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365 leoneses | Lorenzo Rodríguez, Ferretero

"Los pequeños negocios de barrio y cercanía somos los que salvamos la vida a los vecinos"

Lorenzo Rodríguez, en la ferretería de El Ejido, que abrió sus puertas hace más de 50 años. Foto: A.F.R.
Lorenzo es la segunda generación detrás del mostrador de la ferretería de El Ejido, desde donde ha visto evolucionar los hábitos de compra y también el barrio y la ciudad

Pocos negocios pueden presumir en León de llevar 56 años con las puertas abiertas. Lorenzo Rodríguez, el ferretero de El Ejido, es uno de ellos. "Siempre aquí, en este local, primero mi padre, luego mi tío y ahora yo", explica desde detrás de ese mostrador tan típico del negocio, lleno de cerraduras, clavos, menaje, herramientas y, desde hace unos años, paquetes que van y vienen, ya que el local ejerce también de punto de mensajería.

Siempre atento, dispuesto y sonriente, Lorenzo asegura que el negocio "se ha mantenido más o menos igual" que cuando su padre lo inició prácticamente en las afueras de la ciudad. "Se sigue manteniendo todo más o menos igual, la gente yo creo que está volviendo" a comprar en el barrio". "Se buscan más temas de bricolaje y para reparar cosas que tienen en casa. Hay mucha rotación de productos y también depende de la temporada", sostiene. Aunque eso sí, hay 'clásicos' como "las llaves, las pilas o el menaje que se venden mucho también".

Rodríguez es, obviamente, defensor del pequeño comercio y, especialmente, de las tiendas de barrio. Es consciente de que existe una lucha desigual con las grandes superficies que proliferan en la ciudad pero afirma que los negocios de cercanía son los que "salvan la vida" de los vecinos. "Nosotros, por ejemplo, damos servicio a ese que necesita 20 tacos y 20 tornillos. Si va a comprarlos a una gran superficie, no va a poder comprarlo, va a tener que comprar cajas mucho más grandes, de más volumen, que no quieren para nada", significa.

El Ejido, una "zona tranquila"

El ferretero de El Ejido también ha visto evolucionar el barrio y la ciudad desde su local en Batalla de Clavijo. "Antes (la avenida) José María Fernández comunicaba con (la plaza de) Santo Domingo y los coches subían y bajaban por la Catedral", recuerda. "Sí que hubo un parón importante cuando la peatonalización, el corte, y aquí quedamos un poco como alejados aunque solo era cuestión de cruzar un tramo andando".

Pero tras muchos años ya de aquello, El Ejido es ahora "una zona muy tranquila en la que no hay gente rara como en otros barrios", con vecinos "que son familias de toda la vida". Además, "muchas casitas se han arreglado y han venido parejas jóvenes, también hay mucho estudiante por la cercanía con la Universidad". 

Más iluminación

Así, si Lorenzo tuviera que destacar algo del barrio, sería la "tranquilidad". Eso sí, también observa algunas carencias. Algunas son históricas, como la "falta de aparcamiento" y no parece que tengan fácil arreglo; otras, sin embargo, son cuestión de voluntad política como "la iluminación": "Desde los barrios hasta el centro, la ciudad está oscura". Otras reivindicaciones tienen peor solución y van más allá del consistorio: "A los pequeños nos fríen a impuestos".

Tiendas de barrio y cercanas, como la ferretería de Lorenzo, que son más que un mero negocio, y que se han convertido en parte fundamental del tejido social de la ciudad como punto de encuentro y socialización para los vecinos.