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365 leoneses | María Ángeles Álvarez, Enfermera pediátrica

"Trabajar con prematuros tiene sus momentos, pero me enamoré de esos pequeños luchadores"

María Ángeles Álvarez (Mari) es enfermera en la Unidad de Pediatría del Hospital de León
Leonesa "de las que no se han ido", Mari lleva once años cuidando y dando cariño a los más pequeños y vulnerables en el Caule y disfruta de la ciudad "donde todo está a media hora" junto a su inseparable Freya.

La infancia de María Ángeles Álvarez, 'Mari' como le dicen sus amigos, son recuerdos de domingos jugando con sus primos en casa de sus abuelos y en el pueblo, Adrados de Ordás. "Los veranos me los pasaba en el pueblo, con mis abuelos y mis tíos o mis padres, los que no trabajasen en aquel momento, y nos pasábamos todo el verano liándolas por allí y jugando entre nosotros, comiendo encima de la bici, la tosta con mantequilla que hacía mi abuela en el salón de casa". 

 "De aquella no teníamos tantas cosas así que nos divertíamos inventándonos juegos", dice esta leonesa "de las que no se han ido", puntualiza. Entre esos juegos "uno de ellos era jugar a profesiones y yo ahí me montaba mi consulta médica. Supongo que ahí comenzó todo".

Seguramente fue así como casi sin saberlo a María se le fue inoculando la pasión por la sanidad, por la ayuda al prójimo, pese a que de pequeña "odiaba las heridas, las inyecciones y todo lo que tuviera que ver con la sangre". Pero tras pasar por el González de Lama y por Lancia, acabó estudiando Enfermería en la Universidad de León "y la verdad es que no me puede gustar más mi profesión".

Trabajar en un lugar "maravilloso" 

Tras muchas idas y venidas por la provincia, de ser "chica para todo" y sumar "unos 500 folios de contratos de mierda" almacenados en el cajón un día, de manera casi inesperada, una oportunidad llamó a su puerta. "Vino alguien de dirección de Enfermería y me dijo que me mandaban a Prematuros y UCI Pediátrica. A ver si te gusta, me dijeron, si no ya veremos dónde te ubicamos". Y así fue como Mari llegó a uno de los servicios más especiales del Hospital Universitario de León (Caule) donde hace ya once años encontró su lugar y "gracias a compañeras maravillosas" se "enamoró de esos pequeños luchadores" con los que convive desde entonces.

"Es un curro maravilloso, y el servicio más bonito donde he currado", explica. "Tiene también sus momentos, pero en su mayor parte es genial: atendemos tanto a niños prematuros como a todos los recién nacidos que tengan alguna patología que requiera ingreso y, además de atender y cuidar a los niños, parte de nuestro trabajo también consiste en enseñar a los padres y madres de ese bebé su nuevo rol y apoyarles en el proceso". 

Quizá haber encontrado ese rincón maravilloso sea un premio a su constancia porque como tantos otros leoneses cuando acabó la carrera también se planteó "emigrar": "Cuando acabé me planteé marcharme fuera, donde hubiese trabajo; los años anteriores a mi, había poco o nada de trabajo en esta profesión, trabajabas los veranos y poquito más, así que la gente se empezó a ir a Italia, Portugal… y con tanta gente fuera, empezaron los buenos años, los que nos quedábamos aquí trabajábamos mucho".

La ciudad donde "todo está a media hora"

Ahora, con la perspectiva que, pese a su juventud, da la experiencia ya no piensa en irse de León, una ciudad "pequeña" pero que "a nivel social está muy bien": "Si te lo propones vas andando a cualquier lado, todo está a 'media hora', tenemos la cultura de la caña y la tapa que es la manera más habitual de socializar y para los que tenemos perro cada vez ofrece más cosas".

Freya es, concretamente, el precioso e inseparable perro de Mari, junto a quien ha descubierto diversas actividades que ofrece la ciudad, desde "bares dogfriendly"  a actividades como "agility" donde "aunque Freya no es la más rápida del lugar, sí que nos divertimos muchísimo, y hemos creado un grupo de amigos con un interés común muy guay (@leonidogsac). Los más pros del grupo van a competir y están ganando cosillas".

Claro que "a nivel laboral, se complica": "Aquí casi solo quedamos funcionarios, hostelería y  jubilados, el resto de gente joven tiene o ha tenido q marchar en algún momento para conseguir trabajar en lo que se haya formado", explica y reclama "apostar por que la gente joven se pueda quedar a trabajar". "Algo se podrá hacer seguro, para crear nuevas empresas y mejorar acceso a la vivienda".

Conocer los barrios

Para quienes lleguen de nuevos a la capital, Mari les recomienda "no solo" meterse en el Húmedo y el Romántico a tapear. "No está de más escaparse por alguno de los barrios de León que no tienen nada que envidiar en cuanto a bares, aunque el entorno no sea tan bonito". Y no perderse la provincia, claro, porque "si te gusta la naturaleza tienes un montón de rutas que hacer por montaña, y muchas empresas que ofrecen opciones de aventura tipo rafting o vías ferratas. Perderse en Babia, paraíso natural. Ir a comer por los pueblos de León". 

Sin olvidar una de sus pasiones, la música: "Cada vez hay más conciertos aunque se echa de menos en León ciudad alguno que dure más de una tarde, tipo el Planeta Sound en Ponferrada o Palencia Sonora en cuanto a música indie, porque sí que tenemos el Purple Weekend".