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Un mes de misterio en torno a la muerte de Marianna R.O. en Villaobispo

El atropello mortal tuvo lugar en la calle Vicente Alexandre, de Villaobispo en la madrugada de este domingo.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Imágenes de la zona en la que tuvo lugar el atropello mortal de madrugada en la localidad de Villaobispo. Fotos: Heraldo de León
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Un operario limpia este domingo los restos del atropello mortal en Villaobispo.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
Marian R.O., una mujer de 44 años, nacida en Paraguay y residente en León, falleció en la madrugada del pasado domingo en el Hospital de León tras ser supuestamente atropellada por un vehículo en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, término perteneciente a Villaquilambre. Sin embargo, la versión ofrecida por el único testigo —su pareja— ha empezado a desmoronarse con el avance de la investigación policial. En las imágenes, la zona del atropello.
La investigación sigue bajo secreto de sumario sin avances conocidos ni detenciones; los indicios forenses y la falta de evidencias físicas mantienen abiertas todas las hipótesis sobre el suceso ocurrido el 22 de junio

Este martes 22 de julio se ha cumplido un mes desde la muerte violenta de Marianna R.O., una mujer de 44 años y nacionalidad paraguaya, hallada en estado crítico en plena calle en Villaobispo de las Regueras durante la madrugada. Desde entonces, la investigación no ha arrojado nuevas conclusiones oficiales y se mantiene bajo secreto de sumario decretado por el Juzgado de Instrucción número 4 de León, encargado de las diligencias.

El caso, desde sus primeras horas, ha estado envuelto en contradicciones, incertidumbre y elementos extraños que han impedido cerrar una hipótesis clara. A pesar de las numerosas actuaciones realizadas por la Policía Local de Villaquilambre, en colaboración con el Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil, no se han producido detenciones ni imputaciones.

Una versión que cambió y abrió dudas

La muerte de Marianna se produjo en las inmediaciones de la calle Vicente Alexandre, una vía poco iluminada y con escaso tránsito. Según el relato inicial de su pareja —único testigo del suceso—, ambos regresaban a pie de una barbacoa en una finca cercana cuando Marianna fue atropellada por un vehículo oscuro que se dio a la fuga.

Esa versión fue modificada en una segunda declaración: el testigo ya no estaba seguro ni de la marca del vehículo, ni del modelo, tampoco del número de ocupantes tras citar inicialmente a una mujer como conductora. Esa inconsistencia en el relato fue el primer factor que despertó las dudas de los investigadores. “Hay elementos que no encajan entre lo declarado y lo observado en el lugar”, advirtieron entonces fuentes próximas al caso.

El escenario, sin huellas de un atropello

Pero más allá de las declaraciones, lo que ha llevado a ampliar las hipótesis es la ausencia total de pruebas físicas compatibles con un atropello. En el punto donde fue hallada Marianna no se detectaron restos de pintura, marcas de frenada, fragmentos de carrocería ni señales típicas de impacto. Sin embargo su cuerpo tenía lesiones de impacto, algunas brutales.

La causa de la muerte fue una hemorragia interna severa, compatible con el paso de un vehículo únicamente si el cuerpo ya estaba en el suelo, si bien esta parte permanece al campo de la hipótesis. Esta posibilidad —junto a otras como el arrastre del cuerpo— ha empujado a los investigadores a no descartar la implicación de terceras personas ni la posible manipulación del escenario.

La fiesta previa y la incógnita de las últimas horas

Horas antes del fallecimiento, Marianna y su pareja participaron en una barbacoa celebrada en una finca privada. Al menos una docena de personas asistieron al encuentro, por lo que las fuerzas de seguridad han ido citando a los participantes para reconstruir la cronología de la noche.

Entre las acciones llevadas a cabo figuran el análisis de cámaras de tráfico y seguridad, la inspección de vehículos similares al descrito inicialmente y la revisión de un vídeo captado casualmente por un grupo de jóvenes. Aunque en un primer momento no se consideró relevante, un segundo visionado detectó detalles de fondo que ahora están siendo examinados como posibles aportes clave.

Una vida interrumpida poco después de comenzar en León

Marianna R.O. había residido anteriormente en Las Palmas y Galicia, y se había trasladado a León hacía apenas un mes con su pareja. Su cuerpo fue incinerado en la más estricta intimidad, en presencia del mismo acompañante que la encontró la madrugada de su muerte y que estuvo brevemente en el Hospital de León antes de abandonar el centro.

Los agentes insisten en que todas las líneas de investigación siguen abiertas, desde la posibilidad de un atropello accidental hasta una agresión intencionada encubierta. Las dificultades para cuadrar los relatos con los indicios físicos han hecho que se extremen las cautelas en torno a las comunicaciones oficiales.

Otras fuentes consultadas por Heraldo de León aseguran que, pese al silencio público, la instrucción sigue avanzando con análisis técnicos, revisión de testimonios y diligencias periciales.

Mientras tanto, la muerte de Marianna sigue siendo un misterio sin resolver, con un cuerpo que —como apuntaron desde la investigación— “habla más que los testigos”. Ha pasado un mes, y se siguen esperando respuestas.