Misterio en Villaobispo: una muerte violenta, muchas versiones, sospechas y una verdad oculta
El fallecimiento de Marian R.O., una mujer de 44 años y nacionalidad paraguaya, ha desencadenado una investigación compleja en Villaobispo de las Regueras, donde fue hallada inconsciente en plena calle durante la madrugada del pasado domingo. La mujer murió poco después en el Hospital de León por una fuerte hemorragia interna, supuestamente tras ser atropellada, según declaró su pareja, único testigo del suceso.
Ambos habían acudido la tarde anterior a una barbacoa en una finca de recreo cercana al colegio de Los Adiles. La fiesta se prolongó hasta la madrugada. Según el testimonio del acompañante, la pareja abandonó el lugar sobre las 5:20 h para tomar un taxi en la calle Vicente Alexandre, una vía poco transitada y sin apenas iluminación. En un momento del trayecto, él se apartó “para orinar” y, al volver, encontró a Marian tendida en el suelo, según declaró.
Testimonios confusos y giros en la versión del testigo
La primera declaración del hombre fue tajante: dijo haber visto cómo un coche BMW modelo 300, de color oscuro, atropellaba a Marian y huía del lugar sin detenerse a socorrerla. Esta afirmación activó un rastreo de más de un centenar de vehículos similares en la zona. Sin embargo, en su segunda comparecencia, el testigo rectificó: ya no estaba seguro del modelo ni de la marca, y tampoco pudo confirmar si el coche tenía uno o varios ocupantes. Aseguró que la oscuridad impedía realizar una afirmación de ese tipo.
Las contradicciones generaron inquietud entre los investigadores, que no solo ampliaron el espectro de búsqueda, sino que comenzaron a dudar de la veracidad del relato. “Hay elementos que no encajan entre lo declarado y lo observado”, se ha llegado a advertir.
Un lugar sin huellas del coche implicado
Uno de los elementos clave que refuerza las dudas sobre la hipótesis del atropello real es la ausencia fehaciente de evidencias físicas tangibles del vehículo en el lugar del suceso. Según han confirmado fuentes próximas a la investigación, no se han hallado restos de pintura, fragmentos de carrocería, marcas de frenado ni otros indicios compatibles con un impacto real, compatible con un suceso de tráfico, en el punto donde se encontró a Marian.
Este dato es considerado “determinante” por los investigadores. Todo, demasiado extraño para la Policía Local de Villaquilambre, que lidera la investigación con el apoyo técnico del Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil.
La autopsia y la sangre en el asfalto apuntan a una escena extraña
El informe forense añade más complejidad: Marian R.O. no presentaba fracturas óseas, algo inusual en atropellos. La causa de la muerte fue una hemorragia interna de gran intensidad, compatible, se apunta, con el paso de un vehículo por encima del cuerpo, pero solo si ya se encontraba en el suelo.
Además, los restos de sangre hallados en el asfalto presentan un desplazamiento de casi cinco metros en sentido ascendente, lo que podría sugerir arrastre, arrastre pasivo o incluso manipulación del cuerpo, todo entre hipótesis propias de una investigación.
Interrogatorios y todas las hipótesis abiertas
La Policía y la Guardia Civil mantiene interrogatorios previstos a una docena de personas que participaron en la fiesta de la finca, buscando reconstruir las horas previas a la muerte. También se han revisado cámaras, activado alertas ciudadanas y se han visitado todas las localidades aledañas.
Los agentes insisten en que todas las hipótesis siguen abiertas, desde el accidente hasta la implicación de terceras personas. Por el momento, no hay imputaciones ni detenciones, aunque no se descartan nuevas citaciones.
"Los cuerpos hablan", insisten en la investigación del caso. Y en este, el cuerpo de Marian está diciendo mucho más que quienes estaban con ella esa noche.