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Los alegres muchachotes de la Cultural por Ponferrada

Fútbol, hooliganismo, mala educación a secas y burricie incontenible de la masa son elementos de un cóctel que no deja de dar problemas en medio mundo (el otro medio es el que está tan afanado buscando cómo sobrevivir día a día que no está para fútbol)...

Fútbol, hooliganismo, mala educación a secas y burricie incontenible de la masa son elementos de un cóctel que no deja de dar problemas en medio mundo (el otro medio es el que está tan afanado buscando cómo sobrevivir día a día que no está para fútbol). Cada uno de esos elementos por sí solo tiene sus cosillas, pero puestos juntos resultan altamente volátiles. 

Y claro, como con la nitroglicerina, un pequeño golpecito hace que estallen. Como cuando te insultan por la calle en la que vives tu pacífica vida una horda de gaznápiros que pisan Ponferrada con la altanería del vallisoletano que pisa Ordoño como si fuera el dueño, suscitando, por cierto, idénticos recelos.
Naturalmente habrán venido aficionados de la Cultural que han intentado disfrutar el partido tranquilamente, más la primera parte que el final, pero el griterío zafio de los menos acalla a los más.

Vaya por delante que estoy encantado del triunfo de la Ponferradina ante la Cultural. No voy nunca al fútbol, pero desde siempre soy socio de la Deportiva y me place particularmente cuando gana a la Cultural y me molesta particularmente cuando pierde con ella, de lo que hay recuerdo reciente, porque en el fútbol nada es permanente. Se puede ser buen leonés teniendo manía a la Cultural, aunque haya acémilas capitalinas que no lo entiendan, porque son de un imperativo que ríete tú de Pucela. Se puede ser buen berciano teniendo manía a la Deportiva, pongo por caso si uno es del Atlético Bembibre, y no pasa nada. Yo he nacido en León capital y no en Ponferrada, pero en fútbol sufro como quiero y si llevo con resignación ser colchonero, no iba a ser menos deportivista.

El insulto sobre

Ahora bien, los manidos, aburridos y poco imaginativos insultos de siempre de Puta Ponferrada y llamarnos paletos a los que en ella vivimos ya cansan un poquito. Si hay que insultar, o con cultura o con ingenio. Pero a los del griterío culturalista del domingo no les da el caletre para eso. Luego claro, no se entiende la tirria a lo leonés a este lado del Manzanal. Se les deja sueltos aquí una tarde y crece el bercianismo como la espuma, que ya pueden llenar las vallas de mensajes del Lexit, que aquí el Lexit se convierte en no querer saber nada de León.

Ya he tenido ocasión de darles en esta columna algunos ejemplos de ese centralismo que cada vez que se construye un proyecto bueno en Ponferrada quiere llevárselo a León. O se tienen ideas propias o se tiene respeto por las del resto, porque lo demás es de un centralismo miope con el que empalidece el vallisoletano. 

A mí eso no sólo no me gusta, sino que me molesta bastante, porque prefiero sumar y soy leonés por ser berciano, lo que no me hace menos leonés que si fuera de la calle Ancha, de Trobajo, de Riaño o de Valencia de Don Juan. La rivalidad y los piques futbolísticos son entretenidos. Lo que yo sufro con algunos amigos merengones me garantiza un rinconcito en el cielo junto a Vicente Calderón y a Arteche. Pero lo de la muchachada de la Cultural esta no es rivalidad, ni pique, es burricie y pésima educación. Si yo fuera de Coalición por el Bierzo pondría un partido cada tres meses y en un par de años, la secesión asegurada. Hala, a digerir el resultado y a gritar para mantener la única neurona ocupada. 

Lo dicho vale también para los de aquí si lo hacen en otro sitio, porque eso de que el fútbol sea una excusa para rebajar los umbrales de la educación, el decoro y la normal convivencia a gusto de los más cafres del lugar es igualmente reprobable en todo sitio.  A los de la Cultural que aprovecharon para disfrutar del Bierzo, su gente y su gastronomía, bienvenidos a su casa, que la nuestra la hacemos suya, un placer compartir un día juntos. 

A los que vinieron a pagar la frustración insultando por las calles, que los desasnen un poquito y ya verán como la siguiente visita la disfrutan, pierdan como este año o ganen como el pasado. Que en unos días no se esté sufriendo por quedar apeados todos del ascenso, que ya bastantes reveses da la vida como para machacarse con los del fútbol. 

Mientras tanto, para puta, no Ponferrada, sino la incultura.