Hombre rico, hombre pobre

Durante el pasado mes de mayo contemplé dos eventos que me marcaron de manera definitiva. Primero descubrí y visualicé la serie "La ley del mar", tres episodios sobre la fundación del barco Open Arms que me sensibilizó, aún más, sobre la situación precaria y mortal de las embarcaciones repletas de personas desesperadas que intentan llegar a nuestras costas. Días después acudí a la visita guiada de la exposición "Ai Weiwei. Don Quixote" del comprometido artista chino Ai Weiwei. Esta combinación me dejó ko. La exposición, que intenta concienciar sobre el tema de la inmigración desde el punto de vista del inmigrante, sobrecoge y, gracias a dios, la presenciaron más de 100000 personas en el MUSAC. Fue un éxito y supuso unos ingresos para los leoneses y leonesas de unos treinta millones de euros. La hazaña de conseguir traer a León una exposición cuyas obras, en su mayoría, no se habían visto en Europa fue del director del museo, Álvaro Rodríguez Fominaya, amigo desde hace años del artista asiático. Rodríguez, con una extensa experiencia en el mundo del arte a nivel internacional, es el principal responsable del museo desde 2021 y pieza clave en la calidad de las exposiciones de los últimos años. La próxima, Yoko Ono en noviembre.