¡Qué nervios!
Les confieso que hoy me tomaré una valeriana para ver si soy capaz de conciliar el sueño. ¡Qué nervios!
Mañana Sánchez va al Congreso para dar explicaciones acerca de lo que está pasando con su pandilla del Peugeot de la que, pese a lo que podría lógicamente parecer, no es su líder, sino uno que pasaba por allí y que no se enteraba de nada.
Como vamos sabiendo en fascículos gracias a la UCO, la pandillita de marras no se limitaba a los cuatro que viajaban en el utilitario, sino que contaba con muchos otros cooperadores necesarios de sus jueguecitos a los que nuestra judicatura va imputando delitos como malversación de caudales públicos, prevaricación, tráfico de influencias, cohecho y pertenencia a organización criminal (otra forma de llamar a la pandilla). Vaya tropa.
Me temo que lo de mañana en el Congreso- que va a ser para verlo- es una forma de ganar tiempo, y así pasamos el verano, y luego el otoño, que la navidad está a la vuelta de la esquina y hay que amortizar el colchón de la Moncloa.
Mañana asistiremos a la enésima maniobra de distracción de este presidente para desviar las necesarias explicaciones sobre los innumerables casos de corrupción que asolan al PSOE y, sobre todo, para no asumir la responsabilidad de ser el jefe de la panda o mejor de la banda que amenaza con acabar con nuestro Estado de derecho.
Cómo iba a pensar él que a los que tanto quiso y que le acompañaron en ese viaje hacia la resiliencia absoluta se fueran a tomar a chufla el ejercicio de lo público...
Me apuesto lo que quieran a que veremos posturear a los socios de este Gobierno ante las explicaciones del amado líder- ahora capitán- que sorteará “la mala mar” jurando y perjurando que eso de la corrupción no figura en su vocabulario, que cómo se iba él a imaginar que los de su pandilla estuviera robando a manos llenas, que hayan prevaricado o incurrido en cohecho y otros delitos…
Cómo iba a pensar él que a los que tanto quiso y que le acompañaron en ese viaje hacia la resiliencia absoluta se fueran a tomar a chufla el ejercicio de lo público, contratando prostitutas con el dinero de todos los españoles y celebrando “fiestecitas” en Paradores…
Añadirá seguro que lo de lo de los contratos de las mascarillas es la primera vez que lo oye, y que lo de su mujer y su hermano obedece a manía que le tienen los jueces por ese ejercicio regenerador y democrático del poder al que ya nos tiene acostumbrados y del que no nos quiere privar. Y la judicatura que no se queje, que ya va a solucionar él tanta tontería abriendo la puerta de atrás a la incorporación de sus adeptos que han demostrado la inteligencia de no perder su tiempo opositando (menudo retraso).
Ah, y lo de que existan presuntos acosadores sexuales en el PSOE más feminista de la historia- como Paco Salazar, querido por todos hasta el sábado por la tarde- cómo se lo iba a imaginar él cuando se le veía tan majo que le había ofrecido ser el número cuarto del PSOE…. La culpa clarísimamente la tienen las acosadas por no avisarle, que solo se les ocurre a ellas.
Con su disfraz de víctima de los acontecimientos, nos intentará convencer de que nadie mejor que él para regenerar lo “irregenerable”, y para, de paso, consolidar los principios que informan nuestra democracia.
La verdad que esta señora si que se está ganando el sueldo, tanto como el resto de los palmeros que allí se dieron cita para apuntalar al “capitán” (salvado García Page)
Porque, como ha dicho una tal Montse Mínguez, la flamante nueva portavoz del PSOE que ha salido de ese Comité Federal urgente del sábado- Sánchez es “honesto, sincero y comprometido con la mayoría social de este país”. La verdad que esta señora si que se está ganando el sueldo, tanto como el resto de los palmeros que allí se dieron cita para apuntalar al “capitán” (salvado García Page).
Y todo esto lo dirá ante la atenta mirada de los colaboradores necesarios de todo este dislate, sus socios de legislatura, que asentirán repetidamente ante tamañas explicaciones, le pondrán ojitos y aplaudirán con las orejas las frases grandilocuentes de este presidente. Después, saldrán a dar ruedas de prensa para demostrar su complacencia y dirán que todo les ha parecido muy bien, que Sánchez ha estado magnífico, que su credibilidad es intachable y que hay que perdonarle esa dulce ingenuidad que le ha mantenido in albis de la corrupción que ahoga al PSOE.
Ojalá alguno de ellos recapacite y tenga la lucidez de dejar de ser conniventes con la corrupción de este Gobierno, con la que están colaborando y de la que están participando claramente, poniendo voz con ello a una ciudadanía asqueada y harta de todo lo que está pasando.