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Vendrán tiempos mejores

Como llevo haciendo los últimos años, aprovecho el 47 Aniversario de nuestra Carta Magna, desde su ratificación por el pueblo español el 6 de diciembre 1978...

Como llevo haciendo los últimos años, aprovecho el 47 Aniversario de nuestra Carta Magna, desde su ratificación por el pueblo español el 6 de diciembre 1978, para felicitar, o mejor aún, felicitarnos a todos por nuestra norma por excelencia que, pese a los muchos embates, nos ha garantizado, durante casi ya cinco décadas, la convivencia en paz y en democracia desde la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político que se consagran en su artículo primero.

Un precepto que resume el buen hacer de toda una generación que gestó este Texto Constitucional fruto de un consenso deseado y buscado que le hizo ganarse el merecido respeto de todos los españoles.

Seguramente, como toda Constitución ni es perfecta ni haya pretendido serlo nunca, aunque creo honestamente que si fue- y sigue siendo- la mejor norma que cabía y cabe darnos.

Ahora bien, como cualquier aniversario, es un buen momento para una reflexión sosegada acerca de lo que nuestra Constitución supone, porque más allá de las palabras huecas y los discursos vacíos en los numerosos homenajes que proliferan en estas fechas por parte de todos aquellos que dicen respetarla, no sé ustedes, pero yo observo cada año que pasa una exagerada tendencia de quienes nos gobiernan a buscar mil y una triquiñuelas para saltársela alegremente.

Precisamente ha sido esta incomodidad la que se ha evidenciado claramente este pasado sábado en el acto de homenaje a la Constitución que se ha llevado a cabo en el Congreso de los Diputados, marcado absolutamente por las carencias cada vez más constatables de esta legislatura fallida

Eso sí, sin ningún sonrojo, con ocasión de estos aniversarios adornan sus discursos apelando a los valores de un Estado de Derecho que claramente no tienen interiorizado, donde la Constitución actúa como un corsé incómodo que les oprime y preferirían no tener que llevar, estoy segura.

Precisamente ha sido esta incomodidad la que se ha evidenciado claramente este pasado sábado en el acto de homenaje a la Constitución que se ha llevado a cabo en el Congreso de los Diputados, marcado absolutamente por las carencias cada vez más constatables de esta legislatura fallida que hace aguas por todos los lados.

La intervención previa al acto del todavía presidente Sánchez, demuestra su situación agónica en la que, en vez de centrarse en el cumpleaños de nuestro texto fundamental, se dedicó a evidenciar su absoluta debilidad arremetiendo de forma furibunda contra el partido popular en un desesperado intento de tapar sus vergüenzas, que son muchas, y cada vez más a la vista para todos los españoles.

Y es que, ya se sabe, “al perro flaco todo son pulgas”, y una pulga muy muy gorda ha sido Francisco Salazar, convertido en el protagonista involuntario de la celebración oficial de los 47 años de nuestra Carta Magna

Unas vergüenzas que, en la mayoría de los casos, suponen ataques flagrantes a la homenajeada cuyos mandatos más esenciales como son la igualdad, la justicia, la libertad, la separación de poderes, la neutralidad de los poderes públicos, la convivencia en paz.… se ven cada vez más degradados por quienes tiene como único objetivo seguir en el poder a toda costa.

Y es que, ya se sabe, “al perro flaco todo son pulgas”, y una pulga muy muy gorda ha sido Francisco Salazar, convertido en el protagonista involuntario de la celebración oficial de los 47 años de nuestra Carta Magna, sujeto cuyas andanzas han provocado la huida literal del acto de algunos ministros para no responder sobre este asunto, desbandada, por cierto, que han hecho extensiva a su obligación de acudir a las sesiones de control del Congreso esta semana parapetándose en excusas que siempre resultarán de peregrinas si se comparan con el deber constitucional de dar cuentas ante la Cámara baja.

...que nadie ha encubierto nada, aunque el ya llamado “caso Salazar”- que se suma al “caso Ábalos”, al “caso Koldo”, al “caso Fiscal general del Estado” o al “caso Begoña” entre otros...

Eso sí, siempre hay excepciones porque la locuaz- ésta si- vicepresidenta primera, María Jesús Montero, nos “tranquilizó” a todos con disculpas hueras, cuando afirmaba sin pudor alguno que no tiene claras las causas del fallo cometido, que el trámite es muy complejo, que hay que garantizar el anonimato de las denunciantes y que, por supuesto, que nadie ha encubierto nada, aunque el ya llamado “caso Salazar”- que se suma al “caso Ábalos”, al “caso Koldo”, al “caso Fiscal general del Estado” o al “caso Begoña” entre otros... solo haya salido a la luz tras una contundente denuncia de la prensa. 

Este relato oficial, además, no cuadra mucho con los ceses fulminantes que se van sucediendo. No obstante, quédese tranquila vicepresidenta porque lo que si es cierto es que, gracias a sus explicaciones, a estas alturas nadie duda del “compromiso feminista” de este Gobierno, eso sí, de un feminismo casposo de galería ajeno, otra vez, a los mandatos de nuestra Constitución. Si hasta los suyos propios se lo están diciendo… Qué campañas electorales nos esperan…

Volvamos a la Constitución en el día de su cumpleaños porque lo que hoy toca es felicitar a la homenajeada. Así que, Feliz día de la Constitución. Feliz 47º Aniversario. Vendrán tiempos mejores, estoy segura (pero que no tarden).