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El premio a quienes elevan el alma colectiva

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, apela a la unidad para hacer una Castilla y León “ambiciosa, orgullosa y con valores” y desecha el “pesimismo ancestral y los sentimientos derrotistas o funestos”

El poeta Juan Antonio González Iglesias, catedrático de Filología Clásica en la Universidad de Salamanca y Premio Castilla y León de las Letras 2024, protagonizó este martes uno de los momentos más reflexivos y aplaudidos de la gala anual con la que la Comunidad distingue a sus ciudadanos más ilustres. En su intervención, en nombre de todos los premiados, lanzó un contundente mensaje:

“Si renunciamos a la poesía, a la filosofía o a la historia, nos volveremos menos humanos. Y eso ya está pasando”.

El discurso, cargado de referencias al mundo clásico, fue una defensa firme de la cultura como pilar de la identidad europea. “Vivir poéticamente no es algo reservado a los poetas”, aseguró el autor, que abogó por “una educación que haga sitio a la belleza y al pensamiento”.

De la ribera del Tormes a los confines del espacio

González Iglesias, que evocó a autores como Virgilio, Aristóteles, Marco Aurelio o Vargas Llosa, tuvo palabras personalizadas para cada uno de sus compañeros de edición, recordando que estos premios conforman “una comunidad atemporal de creadores, científicos y soñadores que han engrandecido Castilla y León”.

Su discurso sirvió de hilo conductor para una ceremonia cargada de emoción, celebrada en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid y abierta por una interpretación de la soprano leonesa Rut Marcos, acompañada al piano por Raquel Sutil.

María Caamaño, el aplauso más profundo

El momento más conmovedor de la jornada llegó con la entrega del Premio de los Valores Humanos y Sociales a la joven María Caamaño Núñez, de 15 años, impulsora del proyecto solidario La Sonrisa de María. María sufre una enfermedad rara, pero ha convertido su lucha en una plataforma para recaudar fondos y generar esperanza.

“Ella es el verdadero rostro del valor humano”, afirmó emocionado González Iglesias.

La sala entera rompió en una ovación cerrada, símbolo de reconocimiento a su coraje y a su capacidad para movilizar solidaridad desde el dolor.

Ciencia, arte y tradición: los otros premiados

Además de la literatura y los valores humanos, los Premios Castilla y León 2024 reconocieron trayectorias excepcionales en múltiples disciplinas:

Elena García Armada, ingeniera vallisoletana, recibió el Premio de Investigación Científica y Técnica e Innovación por su trabajo en el diseño de exoesqueletos robóticos pediátricos, una tecnología pionera en el ámbito médico. Su labor representa una alianza brillante entre ciencia y vocación social.

La artista Dora García, nacida en Valladolid, fue distinguida con el Premio de las Artes por su obra plástica y audiovisual, reconocida internacionalmente por su originalidad y compromiso con lo social y político.

Los astronautas leoneses Sara García Alonso y Pablo Álvarez Fernández, galardonados con el Premio de las Ciencias Sociales y Humanidades, no pudieron asistir al acto, pero sus familias recogieron el galardón en su nombre. Su participación en la Agencia Espacial Europea les ha convertido en referentes de una generación que mira al espacio sin despegarse de sus raíces.

El soriano Enrique Pascual Oliva, entrenador de fondo y medio fondo, mentor de atletas como Fermín Cacho y Abel Antón, fue reconocido con el Premio del Deporte por una trayectoria marcada por el trabajo silencioso y la excelencia.

El Premio de Tauromaquia recayó en la ganadería ‘El Raso de Portillo’, una de las más antiguas de España, reconocida por su “casta y bravura” a lo largo de más de un siglo de historia.

“Llamar humanidad a la cultura”

Concluyendo su intervención, Juan Antonio González Iglesias recordó una lección fundamental del legado romano: “La gran aportación de Roma fue llamar humanidad a la cultura”.

Una frase que resumió el espíritu de una gala donde Castilla y León se miró en el espejo de sus mejores hijos: los que crean, curan, enseñan, sueñan y luchan, haciendo de esta tierra una comunidad más justa, más sabia… y más humana.

Mañueco apela al sentimiento de Comunidad

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, defendió hoy la estabilidad autonómica ante “los convulsos momentos que vivimos” y apeló a la unidad de todos para hacer una Comunidad “ambiciosa, orgullosa y con valores”, por lo que desechó “el pesimismo ancestral y los sentimientos derrotistas o funestos”. 

En su discurso institucional con motivo de la entrega de los Premios Castilla y León 2024, aplazados de su habitual fecha, el 22 de abril, víspera del Día de la Comunidad, por el luto por el fallecimiento del papa Francisco, Fernández Mañueco puso el ejemplo de lo que representan los premiados para llamar a “sentirse orgullosos”.

Tras unas breves pinceladas de cada uno de los siete distinguidos en esta edición, reivindicó que Castilla y León es “una constante fábrica de talento” recordado de nuevo con los premiados que se incorporan a una nómina desde 1984 cuando se instauraron estos galardones por primera vez y de manera ininterrumpida se han otorgado cada año.

Fernández Mañueco, que tuvo un recuerdo para los mineros fallecidos en la mina de Cerredo, sus familias y las comarcas mineras, recordó que estamos en el tramo final de la legislatura y aprovechó para repasar la situación económica, política y social de la Comunidad. “Estamos construyendo una Castilla y León estable, fecunda e integradora”.

“Una Castilla y León generosa. Serena. Solidaria. Llena de cordura, sentido común y estabilidad, que tanto se aprecia en los convulsos momentos que vivimos”, defendió el presidente de la Junta, que añadió que, por ello, “luchamos para fortalecerla frente a los que quieren debilitarla”. “Para afirmarla como nuestro hogar común frente a los que quieren romperla”, apostilló.

Hacer comunidad

El presidente de la Junta pidió pensar en el futuro de Castilla y León y aseguró que “no hay lugar para ningún pesimismo ancestral, ni para sentimientos derrotistas o funestos”. “No tienen razón alguna”, aseveró, convencido de las oportunidades y de lo “mucho que se puede hacer aprovechando lo mucho que tenemos”.

A partir de ahí invitó a hacer una Comunidad “orientada a las personas”, a “las mujeres que avanzar para ocupar el protagonismo que merecen en plena igualdad de derechos, donde de detuvo para manifestar: “Una mujer en Castilla y León puede ser lo que quiera: astronauta, artista, científica o “princesa guerrera”, en referencia a algunas de las premiadas.