La Cultural se lleva el derbi a lo grande

Ante el Valladolid, con nuevo entrenador y tras una semana dolorosa, la Cultural respondió con una grandeza brutal: victoria ante el eterno rival, en un derbi extraordinario. Partidazo y tres puntos. Memorable. 

'Cuco' Ziganda le dio a la Cultural más orden y una restructura muy reconocible. Renunció al rombo de Llona de las últimas jornadas para deja al equipo en un 4-4-2. 

Ese esqueleto, tan clásico, tan ordenado, tan del fútbol de toda la vida, le entregó al equipo aplomo, y no es poco. Ziganda le pidió a su equipo intensidad, compromiso y los menos errores posibles. 

Un gran Valladolid

Y por ahí viajó la primera mitad, metida en un guion bien conocido, con el Valladolid resoplando en el cogote a sus rivales, con un equipo (el local) muy revolucionado, peleando y presionando sin fin. Fue en un error, quizá el único, por donde la Cultural sacó petróleo. 

El balón, de derecha a izquierda acabó en la bota de Collado que se sobreelevó para pegar al cuero y meterlo en la red. El gol, un tesoro, dio aún más valor al orden del equipo de Ziganda. El técnico pedía intensidad y concentración y se exprimió en esa misión. 

La segunda mitad fueron 52 minutos de desgaste, sacrificio brutal y mucha pizarra, con un desgaste brutal. La Cultural unida, sacrificada, rezando todos juntos si era preciso, metió al Valladolid en un túnel del que no fue capaz de salir. el premio fue la victoria.

El partido arranca con electricidad

El duelo comenzó con aviso local. Stipe Biuk probó suerte en el minuto 3 con un disparo que se fue desviado, preludio de la intención ofensiva pucelana. Pero la Cultural, lejos de arrugarse, golpeó pronto: en el minuto 5, Collado cazó un balón cruzado dentro del área y lo envió a la red con un derechazo ajustado que silenció Zorrilla y desató la euforia en la grada visitante. Solo dos minutos después, Sobrino rozó el segundo, pero su disparo salió por poco (m.7). 

Las claves del partido

El Valladolid responde, la Cultural resiste

Tras el mazazo, el conjunto blanquivioleta tomó el mando del balón. Latasa rozó el empate con un remate que Ribeiro sacó providencialmente (m.35). Antes, Biuk había estrellado un balón en el larguero (m.44) en la acción más clara de los locales. La Cultural se defendía con orden, con Rodri Suárez imperial al corte (m.13), y buscando oxígeno en cada falta que Collado o Chacón lograban arrancar en campo rival (m.27).

Un gol que da oro

El tanto de Collado se convirtió en un tesoro a proteger. Cada acción defensiva era celebrada como un gol. El primer tiempo se cerró con la Cultural en ventaja, sostenida por un bloque solidario, bien posicionado y con Badía seguro bajo palos, atento para frenar un remate de Peter Federico en el añadido.

Un muro en la segunda parte

La segunda mitad fue un ejercicio de sacrificio colectivo. El Valladolid empujó con Latasa como ariete, aunque sus remates se fueron altos (m.51). La Cultural respondió con un disparo de Pibe que rozó el segundo gol (m.68), mientras Ziganda refrescaba el equipo con cambios calculados: Larios, Yayo y Barzic para reforzar el centro del campo (m.72), y más tarde Manu Justo para aguantar en ataque (m.88). Entre la tensión llegaron expulsiones en ambos banquillos (m.78-79), reflejo de un derbi caliente.

Un final agónico y glorioso

Los siete minutos de añadido fueron un suplicio para el corazón culturalista. Con uñas y dientes, la Cultural defendió su renta como si fuera un título. Badía atrapó un balón envenenado (m.90+1), la zaga repelió todo intento rival y el pitido final (m.90+4) desató la explosión de alegría: victoria, tres puntos y el mejor estreno posible para Ziganda.