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Llona, champán, lágrimas y gloria: "Lo primero que he pensado fue: por fin"

La Cultural y Deportiva Leonesa asciende a Segunda División 

El vestuario estalla en alegría tras un año de sacrificio. Raúl Llona y sus jugadores destacan la dificultad y la emoción de una temporada inolvidable.

La fiesta en el vestuario de la Cultural y Deportiva Leonesa fue tan desbordante como merecida. Nada más sonar el pitido final, y con el ascenso directo a Segunda División asegurado, el equipo desató toda la tensión contenida a lo largo de una temporada durísima.

Raúl Llona, técnico del conjunto leonés, apenas pudo comenzar su rueda de prensa cuando fue interrumpido por una lluvia de champán y cánticos de sus jugadores, en una imagen que quedará para la historia del club. “Lo primero que he pensado es, por fin”, dijo el entrenador, aún empapado, con una mezcla de alivio, emoción y orgullo.

Llona: “La afición no nos puede dar más”

El técnico riojano quiso destacar la magnitud del esfuerzo colectivo y el papel fundamental de la grada: “He pensado en todo el trabajo hecho, en toda la gente de León. La afición creo que no nos puede dar más”.

Sobre el partido, reconoció momentos de dificultad emocional: “El equipo estuvo temeroso en algunos tramos, pero hemos competido. Nunca hemos perdido la cara al partido”.

El ascenso, que se confirmó con el empate 1-1 ante el FC Andorra, supone el regreso de la Cultural a la categoría de plata y cierra una etapa en Primera Federación marcada por el sacrificio, la constancia y la resiliencia.

Los jugadores: emoción, sudor y recompensa

En medio de abrazos, lágrimas y cánticos, los jugadores también compartieron su felicidad con los medios. Uno de los capitanes, Kevin Presa, resumió el sentir del vestuario:

“Esto es un sueño. Se ha hecho muy largo pero lo hemos conseguido. Parecía que este día nunca iba a llegar, pero aquí está. Hoy es un gran día para todos”.

Por su parte, Fornos, uno de los pilares defensivos del equipo, puso en valor la regularidad: “Ha sido mucho trabajo, mucho esfuerzo. Vinimos a por esto y lo hemos conseguido. Lo más complicado ha sido mantenerse líderes durante 38 jornadas. Mentalmente ha sido una campaña muy dura”.

Un final de película para una temporada irrepetible

El Reino de León vibró durante 90 minutos, pero fue en el vestuario donde la explosión de júbilo alcanzó su clímax. La plantilla, unida como una familia, celebró como merecía el final de un trayecto que comenzó en verano con una promesa: devolver a la Cultural a donde pertenece.

Y lo han cumplido. Ahora, León ya no sueña. Despierta en Segunda División.