La Cultural, a Segunda: miles de voces, una sola pasión
Desde horas antes del pitido inicial, la ciudad ya estaba de fiesta. El ambiente era eléctrico en los alrededores del Reino de León, con miles de aficionados desplazándose desde el centro de la capital hasta el estadio, ondeando bufandas, entonando cánticos y recibiendo al equipo entre vítores, bengalas y aplausos.
Cuando el árbitro señaló el final del encuentro, la explosión de alegría fue total. Lágrimas, abrazos, banderas al viento y un cántico unánime: “¡¡¡Cultural, Cultural, Cultural!!!”. El Reino se convirtió en un clamor.
"Ha sido un infierno, pero ahora todo compensa"
El sufrimiento fue intenso, especialmente tras el empate del Andorra en la segunda parte. El 1-1 obligaba a resistir y confiar. Ovalle, histórico del club, lo resumió sin filtros: “Lo he pasado muy mal, pero estoy feliz. Ha sido único. Un infierno… pero estar en Segunda lo compensa todo”.
A su lado, otro referente del culturalismo, Larrauri, rompía en lágrimas mientras reconocía: “Es lo mejor de mi vida, lo he disfrutado como nadie”.
Fueron muchos los exjugadores que vivieron desde la grada esta jornada inolvidable, envueltos en emoción y orgullo por un escudo que vuelve a brillar entre los grandes.
Crónica de un partido para la historia
El partido no fue fácil. El Andorra dominó en tramos importantes, llegó a estrellar un balón en el larguero y generó peligro constante. Sin embargo, la Cultural fue más eficaz y más valiente en los momentos clave. El gol de Luis Chacón en el minuto 41, tras una gran asistencia de Kevin Presa, puso por delante a los locales y desató la locura. La grada rugió y el equipo respondió con carácter.
El empate de Álvaro Peña en el segundo tiempo añadió dramatismo, pero no cambió el destino. Con el empate y la derrota de un rival directo, la Cultural selló su ascenso a Segunda División. Una categoría que vuelve a vestir de orgullo a León.
Celebración sin fin en la Fuente de Guzmán
Tras el partido, la fiesta se trasladó a las calles. La Fuente de Guzmán se convirtió en el epicentro de la celebración, con una marea blanca y roja de aficionados cantando y festejando. Banderas al aire, abrazos interminables y fuegos artificiales marcaron el inicio de una noche que quedará para siempre en la memoria del culturalismo.
Una afición que empujó hasta el final
El ascenso no solo lo firmó el equipo, sino también una afición ejemplar, única y extraordinaria, como la definieron varios protagonistas. En las gradas, en las calles y en cada rincón de León, el sentimiento culturalista se desbordó.
Este 24 de mayo de 2025 ya es historia: la Cultural Leonesa vuelve a Segunda División y León, por fin, sonríe con el alma.
