El tiempo

"Fue un ataque premeditado, no una pelea": la familia de la víctima mortal en Bembibre pide justicia

La representación legal de Juan da Rosa niega que hubiera una reyerta y denuncia la difusión de imágenes que vulneran la dignidad del fallecido

La abogada Emilia Luisa Esteban Fernández, en representación de la familia de Juan da Rosa —la víctima mortal del suceso ocurrido el pasado viernes 30 de mayo en la Plaza de Santa Bárbara de Bembibre— ha emitido un comunicado en el que rechaza de manera categórica que se tratara de una pelea o reyerta. Según señala, "fue un ataque absolutamente injustificado, sorpresivo y letal".

La letrada ha subrayado que el agresor actuó con “premeditación, alevosía y extrema violencia”, atacando a Juan da Rosa “por la espalda, sin mediar provocación ni enfrentamiento previo y con la única finalidad de causarle la muerte”.

Sin provocación ni respuesta por parte de la víctima

La familia insiste en que el fallecido “no respondió al ataque ni participó en discusión alguna”, ni tampoco realizó gesto o palabra que pudiera justificar la violencia desatada contra él. La agresión, de acuerdo con los testimonios y diligencias recogidas, continuó incluso cuando Juan da Rosa yacía ya en el suelo.

“Se trató de un ataque cobarde, que le causó lesiones de tal gravedad que, desgraciadamente, le provocaron la muerte”, reitera la abogada.

Un antecedente ignorado

El comunicado también revela que el presunto homicida ya había agredido a Juan da Rosa en julio de 2024, en un ataque que dejó secuelas físicas graves. “Se solicitó entonces una orden de alejamiento que no fue acordada por el juzgado competente”, destaca la letrada.

Casualmente, estaba previsto un juicio por esa primera agresión para este martes, 3 de junio de 2025. “Una cita judicial que llega demasiado tarde para él”, lamenta la representación legal.

Dolor y vulneración de derechos por la difusión de imágenes

La familia también denuncia la publicación en redes sociales y algunos medios de vídeos y fotografías de “extrema crudeza”, que han causado “un enorme daño emocional”. Consideran que se ha producido “una intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad y a la propia imagen” del fallecido, y recuerdan que este derecho está protegido por la Ley Orgánica 1/1982.

“No solo deben afrontar la pérdida irreparable de su ser querido, sino también la humillación de ver divulgadas imágenes que atentan contra su dignidad”, recalcan.

Confianza en la justicia

La abogada concluye confiando en que “la instrucción judicial permitirá esclarecer plenamente los hechos y depurar las responsabilidades penales y civiles que correspondan”. También espera que se tomen medidas para evitar futuras publicaciones que solo aumentan el sufrimiento de los allegados.

Por respeto a la investigación en curso, la familia se reserva el derecho a ampliar la información “conforme avance el procedimiento y se obtengan nuevos elementos que permitan esclarecer la verdad”.