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Crisis laboral: la planta de Azucarera en La Bañeza, en el aire tras anunciarse un ERE que amenaza 160 empleos

Una larga hilera de camiones cargados con remolacha aguardan turno a la entrada de la azucarera de La Bañeza en el primer día de recogida. Foto: Peio García
La compañía inicia un proceso de despido colectivo que afecta a todas sus fábricas, incluidas las de Castilla y León. En La Bañeza, trabajadores temen por el futuro de la campaña y la molturación.
 

La planta de Azucarera en La Bañeza atraviesa uno de sus momentos más inciertos. La empresa ha comunicado oficialmente su intención de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a toda su estructura en España, incluidas sus factorías en Miranda de Ebro, Toro y también la leonesa. El anuncio ha desatado preocupación máxima entre la plantilla, especialmente ante la posibilidad de que la medida implique el cierre o reducción drástica de la actividad.

Los sindicatos de la planta temen por los 160 empleos directos, de los que 60 son contratos temporales, y advierten de un posible “crisis laboral sin precedentes” si el ERE se ejecuta con contundencia. A falta de conocer el alcance definitivo del plan, la incertidumbre es total en la comarca.

Una negociación clave en las próximas semanas

“Nos reuniremos para hacer una mesa negociadora”, explican desde el comité de empresa, que será convocado próximamente para iniciar la negociación del despido colectivo. De ese proceso saldrán los detalles más concretos: número de afectados, impacto por centros de trabajo y posibles alternativas.

Los representantes sindicales adelantan que su objetivo será minimizar los despidos: “Pelearemos para que los afectados sean los menores posibles”, aseguran. Sin embargo, el horizonte no es alentador, ya que “cada vez está más oscuro conservar la actividad el próximo otoño”.

¿Habrá molturación en La Bañeza?

Una de las grandes preocupaciones es si la planta de La Bañeza mantendrá su actividad principal de molturación de remolacha o si simplemente se convertirá en un punto de recepción de materia prima para derivarla a otras fábricas con mayor volumen.

“Queremos una respuesta clara”, insisten desde el comité, que teme que la remolacha se traslade a otras instalaciones, lo que supondría un duro golpe para la economía local, no solo por los empleos directos, sino también por los efectos en el sector agrícola y el tejido productivo de la comarca.

Una planta histórica, en riesgo

La planta de Azucarera en La Bañeza ha sido clave en la transformación remolachera del sur de León durante décadas. Su posible cierre o desmantelamiento supondría una pérdida estructural para el sector y un retroceso en el equilibrio territorial del empleo agroindustrial.

La empresa, mientras tanto, mantiene un perfil bajo en sus declaraciones y remite a las próximas semanas para conocer los detalles del ajuste. Los sindicatos exigen transparencia y planificación: “Queremos saber cómo afectará a cada centro y quiénes se verán implicados”.

Por ahora, La Bañeza sigue en vilo, esperando que la negociación pueda salvar los empleos y evitar que se apague otra industria centenaria en el medio rural leonés.