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El Ayuntamiento se abre a un nuevo paso bajo el puente de San Marcos para desviar el tráfico y ganar espacio destinado a peatones

El Consistorio activa estudios arqueológicos previos para abrir un vano adicional junto al parque y asume la iniciativa planteada por el Partido Popular para proteger el arco histórico y mejorar la movilidad
Imagen del proyecto de reforma en el Puente de San Marcos impulsado por el PP.
Imagen del proyecto de reforma en el Puente de San Marcos impulsado por el PP.

Paso al frente en un proyecto que el PP puso sobre la mesa y que ahora inicia un largo camino para convertirse en realidad. El Ayuntamiento de León ha comenzado los trabajos preparatorios para reordenar el tránsito en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad: el puente de San Marcos. 

La actuación, todavía en fase inicial, contempla la apertura de un nuevo paso bajo el estribo oeste, en el extremo más próximo al parque, con el objetivo de desviar el tráfico rodado y liberar el arco histórico para peatones y ciclistas. La iniciativa coincide con la propuesta defendida desde hace años por el Grupo Municipal del Partido Popular y ahora asumida por el equipo de gobierno municipal.

Estudios previos 

El primer paso dado por el Consistorio es la licitación de un contrato para la realización de prospecciones arqueológicas y catas en la zona donde se prevé el nuevo vano. El presupuesto ronda los 17.000 euros según se ha advertido desde la oposición municipal e incluye la extracción y análisis de muestras del subsuelo bajo la supervisión de un arqueólogo especializado. Los resultados deberán remitirse posteriormente a la Junta de Castilla y León para su evaluación.

Estos trabajos permitirán conocer con detalle las características del terreno y sentar las bases técnicas y patrimoniales de un proyecto que busca intervenir en un entorno especialmente sensible, tanto por su valor histórico como por su uso intensivo diario.

Un nuevo ojo para el tráfico

La idea que maneja el Ayuntamiento pasa por habilitar un paso adicional en el espacio que actualmente ocupan unas escaleras laterales, aprovechando también una franja mínima del parque situado al lado opuesto. Por este nuevo corredor circularían turismos, autobuses y vehículos de reparto sin las actuales limitaciones de altura, uno de los principales problemas del arco medieval.

De este modo, el vano histórico quedaría reservado al tránsito peatonal y a una vía ciclista continua, lo que permitiría mejorar notablemente la seguridad vial y la accesibilidad en un punto donde cada año se registran numerosos incidentes con camiones y furgones.

Coincidencia con la propuesta del PP

El planteamiento coincide con la iniciativa defendida por el Partido Popular en el Ayuntamiento, cuyo portavoz, David Fernández, ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de retirar el tráfico del arco para evitar nuevos daños estructurales. Desde el grupo popular se ha subrayado que la reciente puesta en marcha de la rotonda del Puente de los Leones ofrece una oportunidad para reorganizar los accesos en esta zona norte de la ciudad.

El PP también ha señalado que este estrechamiento es el único obstáculo que impide conexiones directas de autobuses urbanos y vehículos de suministro, además de romper la continuidad del carril bici entre el Paseo de Salamanca y Sáenz de Miera.

Más accesibilidad y menos impacto patrimonial

La futura reordenación permitiría ampliar el espacio para peatones, personas con movilidad reducida y ciclistas, eliminando aceras estrechas y mejorando la convivencia de usos. Además, el desvío del tráfico contribuiría a la conservación del puente, una infraestructura histórica que ha sufrido impactos reiterados en sus sillares.

En cuanto al entorno verde, la propuesta prevé una afección limitada al parque Quevedo, que podría compensarse con actuaciones de revegetación en las áreas liberadas del tráfico.

Mirando al presupuesto de 2026

Aunque la obra aún no cuenta con proyecto técnico ni dotación económica definida y desde el PP ya se ha reclamado que tanto la redacción como la ejecución del proyecto se incluyan en los presupuestos municipales de 2026.

La coincidencia de planteamientos entre el gobierno local y la oposición en este punto abre la puerta a un consenso político para resolver un problema histórico que afecta a miles de conductores y peatones cada día en uno de los enclaves más emblemáticos de León.