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La historia se repite en el Huerna: atascos, peaje, colas, enfados...

Atascos en el Huerna a última hora de este domingo en las cámaras de la DGT.
La autopista del Huerna volvió a colapsarse este domingo desde el mediodía hasta la tarde; las intervenciones simultáneas en varios túneles y un argayo agravan los atascos

La autopista del Huerna (AP-66) volvió a convertirse este domingo en un punto crítico para los conductores que regresaban de Asturias hacia León. Según las cámaras de la Dirección General de Tráfico (DGT), la circulación comenzó a ralentizarse alrededor de las 12:20 horas, manteniéndose con importantes retenciones hasta bien entrada la tarde.

El tramo más afectado se localizó entre los kilómetros 76, en la zona de Arnón, y 81, a la altura de Traslacruz, ambos dentro del territorio asturiano.

Obras simultáneas: el origen del caos

Aunque los atascos no alcanzaron las dimensiones kilométricas del domingo anterior, la congestión sigue teniendo una causa principal: las obras simultáneas que ejecuta el Ministerio de Transportes en todos los túneles del trazado. Estas intervenciones, impulsadas con el objetivo de no perder una subvención europea de más de 68 millones de euros, han convertido la autopista en un embudo, sobre todo durante los fines de semana de verano.

Las actuaciones afectan a los túneles de Entrerregueras I, Pando I, Vegaviesga y Oblanca II, lo que ha obligado a habilitar solo un carril por sentido, generando cuellos de botella en puntos críticos del recorrido.

Restricciones adicionales por un argayo

A la complicación que suponen las obras se suma el efecto del argayo registrado en el kilómetro 74. Aunque la situación ha sido parcialmente estabilizada, las restricciones continúan y obligan a desviar la circulación por carriles provisionales, contribuyendo así al colapso general en la vía.

Fines de semana, especialmente críticos

La situación se agrava durante los días de mayor movimiento vacacional. Con el incremento del tráfico en verano, las limitaciones estructurales provocadas por las obras y el argayo han generado una serie de domingos marcados por la frustración de los conductores, que ven cómo el trayecto de vuelta a casa se convierte en una trampa sin alternativa viable.