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La Academia Leonesa y la Cofradía del Desarme de Oviedo celebran su 'sabrosa' amistad

El restaurante de la Colegiata acogió este miércoles la tradicional comida de hermandad de la Academia Leonesa de Gastronomía y la Cofradía asturiana con el clásico menú del Desarme
Tradicional comida de hermandad entre la Academia Leonesa de Gastronomía y la Cofradía del Desarme, este miércoles en San Isidoro.
Tradicional comida de hermandad entre la Academia Leonesa de Gastronomía y la Cofradía del Desarme, este miércoles en San Isidoro.

El restaurante del Hotel Real Colegiata de San Isidoro, ha acogido este miércoles el tradicional encuentro anual de la Academia Leonesa de Gastronomía con la Cofradía del Desarme de Oviedo, consolidando así los lazos de amistad y colaboración entre ambas instituciones.

El almuerzo conmemorativo giró en torno al clásico menú del Desarme, que fue elaborado magistralmente por el chef Marcos Iglesias. Los asistentes pudieron disfrutar de los tres platos emblemáticos que conforman esta histórica tradición gastronómica ovetense: garbanzos con bacalao y espinacas, callos picantinos con patatinas y un exquisito arroz con leche como broche final.

Una "excelente relación" entre vecinos gastronómicos

Durante el acto, Miguel Ángel de Dios, cofrade mayor de la Cofradía del Desarme, destacó la excelente relación de hermandad que mantienen con la Academia Leonesa de Gastronomía y subrayó la importancia del reciente reconocimiento del Desarme de Oviedo como Fiesta de Interés Turístico Nacional, logro que pone en valor una celebración con profundas raíces históricas y culturales.

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Miguel Ángel de Dios y José Cañedo, este miércoles en la comida de hermandad.

Por su parte, José Cañedo, presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía, felicitó a la Cofradía por la encomiable labor que viene desarrollando en la difusión y preservación de esta tradición culinaria, y reafirmó la voluntad de la Academia de seguir fortaleciendo los vínculos gastronómicos y culturales entre León y Asturias.

¡Qué viva el Desarme!

El encuentro concluyó en un ambiente de cordialidad y camaradería con el tradicional brindis y la entusiasta exclamación de todos los presentes: “¡Que viva el Desarme!”