León se rinde a Papá Noel en una brillante Cabalgaza llena de ilusión y fantasía
León ha vivido este sábado una de las tardes más mágicas del calendario navideño con la celebración de la Cabalgaza, el gran desfile protagonizado por Papá Noel que reunió a miles de personas a lo largo de todo su recorrido.
Familias enteras, y especialmente numerosos niños, llenaron las calles de la capital para seguir de cerca un espectáculo que convirtió la ciudad en un escenario festivo repleto de ilusión.
El desfile, organizado por Leche Gaza en colaboración con el Ayuntamiento de León, arrancó puntualmente desde el paseo de Papalaguinda, donde ya se concentraba una gran afluencia de público minutos antes del inicio.
Música, baile y personajes de cuento
A lo largo del recorrido, la Cabalgaza desplegó un colorido espectáculo en el que participaron más de 500 personas entre bailarines, gimnastas, figurantes y personal de organización. Duendes, hadas, damas de hielo, muñecos de nieve, esquiadores y personajes infantiles animaron el paso de las seis carrozas y cinco elementos móviles que avanzaron al ritmo de la música y las coreografías.
Entre las carrozas más aplaudidas destacaron las dedicadas a Frozen, las princesas Disney y el barco de Peter Pan, que despertaron la emoción de los más pequeños, atentos a cada detalle y saludo desde el paso del desfile.
Un recorrido convertido en escenario festivo
Desde Papalaguinda, la comitiva avanzó por la glorieta de Guzmán el Bueno, Ordoño II, la plaza de Santo Domingo, la Gran Vía de San Marcos, la plaza de la Inmaculada y la avenida Roma, en un itinerario que se transformó en una auténtica pasarela navideña.
La música, los bailes y el lanzamiento de confeti mantuvieron el ambiente festivo durante todo el trayecto, con el público acompañando el desfile hasta su regreso al punto de partida.
Papá Noel, protagonista del final
El broche de oro lo puso Papá Noel, que cerró la Cabalgaza saludando a los asistentes desde su trono, recibiendo una ovación especial a su llegada final al paseo de Papalaguinda.
Su presencia fue, sin duda, el momento más esperado por los niños, que no dejaron de agitar la mano y mostrar su entusiasmo en una tarde que quedará grabada en la memoria navideña de la ciudad.