Luto por la muerte de Carolina Carbayo, la joven pediatra que mimaba a sus pacientes
La comunidad médica de León ha despedido este fin de semana a la doctora Carolina Carbayo, pediatra que ejercía en la capital leonesa y que falleció a los 45 años. Su acto de despedida, celebrado en el Tanatorio de León de forma previa al funeral previsto para este lunes en la iglesia de San Juan del Mercado de Benavente, congregó a familiares, amigos, compañeros de profesión, además de familias agradecidas por su dedicación y cercanía.
Carolina Carbayo cursó la carrera de Medicina en Santander, Salamanca y Oviedo, y se especializó en Pediatría en León. Posteriormente completó su formación MIR en el Hospital Niño Jesús de Madrid, donde se subespecializó en Endocrinología Infantil, un campo al que dedicó buena parte de su labor profesional con una destacada vocación de servicio.
Entrega profesional en la sanidad leonesa
Instalada desde hace años en León, la doctora Carbayo desarrolló una intensa actividad asistencial tanto en la sanidad pública como en el ámbito privado. En la capital leonesa era muy apreciada por su trato afectuoso con los pacientes más pequeños y por la confianza que generaba entre los padres, que encontraban en ella un referente de profesionalidad, paciencia y empatía.
Sus compañeros destacan el compromiso con el que afrontaba cada consulta y su permanente actualización científica, así como su colaboración con distintos programas de salud infantil impulsados desde los centros sanitarios de la provincia. Su labor contribuyó al fortalecimiento de la atención pediátrica en la ciudad, donde deja un legado humano y médico difícil de igualar.
Un adiós sentido en León y Benavente
El acto de despedida tuvo lugar el domingo en el tanatorio de León antes de su traslado a Benavente donde la doctora será recordada siempre con cariño por sus familiares y por quienes compartieron con ella los primeros pasos de su vocación médica.
Su fallecimiento ha causado una profunda consternación tanto en León, donde ejercía su profesión, como en su entorno familiar benaventano. En ambas ciudades, su nombre queda ligado al de una médica entregada a los niños, a la ciencia y a la humanidad que caracterizó cada paso de su carrera.
