Orgullo de Subdelegación de Defensa

La Plaza del Grano de León se convirtió este viernes en el escenario de un solemne acto militar con motivo del XXX aniversario de la creación de la Subdelegación de Defensa en la provincia. Bajo un intenso sol y con la presencia de un nutrido público, autoridades civiles, militares y representantes de la sociedad leonesa acompañaron a la institución en una jornada que combinó emoción, memoria y homenaje.

Presidencia y autoridades presentes

El acto estuvo presidido por el delegado de Defensa en Castilla y León, coronel Joaquín Blanco González, que encabezó una amplia representación institucional. Entre los asistentes se encontraban responsables de la Subdelegación de Defensa en León, miembros de la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de León, así como representantes de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y del ámbito académico y social leonés.

Programa solemne y participativo

La ceremonia arrancó con el izado de la bandera de España, arropado por la interpretación de la Unidad de Música de la Academia Básica del Aire y del Espacio. Posteriormente se llevó a cabo la entrega de medallas y reconocimientos, así como la lectura de la carta ganadora del concurso escolar “Carta a un Militar Español”, que despertó los aplausos del público asistente. El momento más emotivo llegó con el homenaje a los caídos por España, un gesto de recuerdo y respeto que conmovió a los presentes.

Un aniversario para estrechar lazos

La Subdelegación de Defensa quiso con este acto reforzar el vínculo con la sociedad leonesa. “Celebramos treinta años de servicio a León, marcados por el compromiso, la lealtad y la vocación de servicio”, subrayó el coronel Joaquín Blanco en su intervención. En la misma línea, se destacó el papel de la institución como nexo entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía, poniendo de relieve el valor de quienes dedican su vida a servir a España.

Un público entregado

El carácter abierto del acto propició una notable afluencia de leoneses y visitantes, que siguieron con atención cada momento de la ceremonia. Los aplausos, los gestos de respeto y el recogimiento en el homenaje final reflejaron la intensidad de una conmemoración que, en palabras de la propia Subdelegación, “pretende ser reflejo de la unión permanente entre los militares y la sociedad a la que sirven”.