San Claudio y el misterio de las manchas amarillas
Cada vez que la lluvia cae sobre el barrio de San Claudio, en León capital, los vecinos observan un fenómeno tan llamativo como inquietante: grandes manchas amarillas que cubren aceras y calzadas. No se trata de un hecho aislado, sino de una situación recurrente que, según aseguran los residentes, “se repite cada pocos días cuando llueve”, dejando el barrio con un aspecto “sucio y extraño”.
Durante esta semana, las manchas han sido “más abundantes que nunca”, según relata uno de los vecino. “El suelo aparece cubierto de un tono amarillento, como si alguien hubiera vertido pintura o polvo químico. Nadie nos da una explicación clara”, comenta.
El polen de las coníferas, la hipótesis más plausible
Una de las explicaciones que manejan los vecinos es que estas manchas provengan del polen de las coníferas situadas en el Paseo de la Condesa, una de las zonas verdes de la ciudad. Este tipo de polen, cuando se mezcla con la lluvia, forma una película amarilla que se adhiere fácilmente al pavimento y al agua estancada.
Sin embargo, no todos los vecinos se muestran convencidos. Algunos sostienen que podría tratarse de “residuos industriales arrastrados por el viento desde la zona de Antibióticos”, mientras que otros apuntan al uso de zotal u otros desinfectantes que se aplican en la vía pública para eliminar olores o limpiar los orines de los perros.
Posibles efectos para los alérgicos
Si la causa es realmente el polen, la situación podría tener consecuencias para las personas alérgicas, recuerdan los propios vecinos. El polen de coníferas, aunque menos agresivo que el de gramíneas o abedules, puede provocar molestias respiratorias o irritación ocular en personas sensibles, sobre todo si se acumula en grandes cantidades.
Pero de momento la única realidad hoy es que el misterio persiste y que por el momento no hay solución para el mismo.