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La sanidad real en León: 110 pacientes en urgencias a las dos de la mañana, servicios bloqueados y negativa a la petición de refuerzos

Situación límite en Urgencias con colas interminables para la atención a pacientes.
Una noche “más que toledana” en la madrugada del 27 evidencia el colapso estructural del servicio, con boxes ocupados, pacientes esperando y profesionales desbordados pese a pedir refuerzos a la supervisión de guardia

La situación vivida en el servicio de Urgencias del Hospital de León durante la madrugada del 26 al 27 de diciembre marca un nuevo pico de saturación asistencial. A las dos de la mañana, los profesionales contabilizaban 110 pacientes en el servicio, con los recursos al límite y sin que se activaran refuerzos de personal, pese a que estos fueron solicitados a la supervisión de guardia.

Según relatan fuentes sindicales, la noche fue “más que toledana”, con una presión asistencial extrema que se prolongó durante horas y que volvió a poner en evidencia la fragilidad de un servicio que arrastra problemas estructurales desde hace años. La falta de respuesta ante la petición de refuerzos agravó una situación ya crítica para pacientes y profesionales.

Boxes completos y esperas prolongadas de madrugada

La elevada afluencia nocturna se produjo después de una jornada especialmente complicada. Durante el día 26, las urgencias del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE) ya habían alcanzado el colapso total de los boxes, obligando a habilitar espacios adicionales para atender a pacientes en tratamiento, en estudio diagnóstico o pendientes de ingreso o traslado.

Desde primeras horas de la tarde, la presión era visible. Las colas para el triaje llegaron hasta la puerta del servicio y, a última hora del día, decenas de personas permanecían en las denominadas “esperas fuera”, una situación que lejos de aliviarse empeoró con el paso de las horas hasta alcanzar el máximo registrado de madrugada.

Espacios improvisados y riesgos asistenciales

La Unión Sindical Obrera (USO) advierte de que la atención en zonas no diseñadas para uso clínico incrementa el riesgo de errores y dificulta el seguimiento seguro de los pacientes. La ausencia de circuitos adecuados y de una trazabilidad correcta en la asistencia compromete tanto la seguridad clínica como las condiciones de trabajo del personal sanitario.

“El problema es que estas situaciones se están normalizando”, señalan desde el sindicato, que insiste en que la saturación no es puntual, sino recurrente, especialmente en periodos de alta demanda como las fechas navideñas.

Refuerzos solicitados que no llegaron

Uno de los aspectos más críticos de la noche del 26 al 27 fue la falta de respuesta a la petición de refuerzos. Con 110 pacientes en urgencias a las dos de la mañana, los profesionales solicitaron apoyo adicional, sin que se incorporaran efectivos extra para aliviar la carga asistencial.

Esta ausencia de refuerzos, subraya USO, deja a las plantillas en una situación límite y aumenta el riesgo de sobrecarga física y emocional en turnos especialmente duros.

Obras pendientes y urgencias desbordadas

El sindicato recuerda que la ampliación del servicio de urgencias fue ordenada por la Inspección de Trabajo hace ya cinco años, una actuación que sigue pendiente. Para USO, la falta de inversión y planificación es una de las causas directas del hacinamiento que se repite jornada tras jornada.

A ello se suma el bloqueo de boxes por la escasez de ambulancias para traslados a otros centros, a domicilio o al Hospital Monte San Isidro, lo que provoca que pacientes ya dados de alta continúen ocupando espacios clave en urgencias.

Plantillas bajo mínimos y demanda récord

La infradotación de personal es otro de los problemas estructurales denunciados. En algunos turnos, una sola enfermera o TCAE puede llegar a atender hasta 15 pacientes, muy por encima de las ratios recomendadas por el Ministerio de Sanidad.

Todo ello en un contexto de demanda histórica: en 2024 se han superado ya los 149.900 pacientes atendidos en urgencias, por encima de los 146.600 registrados en todo el año anterior.

Exigencia de medidas inmediatas

Ante lo ocurrido en la madrugada del 26 al 27, USO reclama a la Gerencia del Caule y al Sacyl medidas urgentes: refuerzos reales de personal cuando la situación lo requiera, ampliación del servicio de urgencias, mejora de los sistemas de traslado y una planificación acorde a la presión asistencial real.

“Las urgencias del Hospital de León se han quedado pequeñas. No se puede seguir mirando hacia otro lado mientras se repiten noches como esta”, concluye el sindicato.