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Virulenta granizada por sorpresa sobre León

Una virulenta tormenta convierte León en un torrente urbano en pocos minutos | Calles encharcadas, granizo del tamaño de canicas y vehículos dañados marcan una tarde durante unos minutos caótica en León capital y el alfoz tras una súbita tormenta anunciada por la Aemet

Una virulenta tormenta convierte León en un torrente urbano en pocos minutos. Calles encharcadas, granizo del tamaño de canicas y vehículos dañados marcan una tarde durante unos minutos caótica en León capital y el alfoz tras una súbita tormenta anunciada por la Aemet.

Una intensa tormenta sorprendió a la ciudad de León y su alfoz este jueves a partir de las 18:30 horas, cuando el cielo se oscureció repentinamente y comenzaron a caer intensas precipitaciones acompañadas de una granizada que en algunos puntos arrojó piedras del tamaño de canicas.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya había activado el aviso naranja para la provincia, alertando de posibles lluvias intensas, tormentas y elevadas temperaturas, pero la virulencia del fenómeno superó las expectativas en la capital leonesa.

Calles convertidas en ríos y tejados desbordados

El impacto de la tormenta fue inmediato. En pocos minutos, el agua corría en forma de torrentes por algunas calles de la ciudad, desbordando tejados y anegando aceras.

Las estampas eran más propias de una riada que de una tormenta veraniega: caños de agua precipitándose desde las cornisas, aceras encharcadas y pequeñas inundaciones que complicaron el tránsito peatonal y rodado.

Bomberos de León se dirigen hacia una emergencia.
Bomberos de León se dirigen hacia una emergencia provocada por la tormenta.
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Zona acordonada por la policía tras caer varios árboles.

Refugio bajo los puentes y tráfico colapsado

Los conductores, sorprendidos por la intensidad de la tormenta, optaron por buscar resguardo bajo algunos puentes, especialmente en las inmediaciones de la LE-30, donde la visibilidad y la seguridad vial se vieron seriamente comprometidas.

La circulación se vio bloqueada durante varios minutos, con algunos vehículos atrapados o dañados por el impacto del granizo.

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Un policía toma fotos por los daños ocasionados.

Daños materiales y caos momentáneo

La tormenta dejó tras de sí un reguero de pequeños daños materiales. Se registraron contenedores volcados por el viento, vehículos con abolladuras debido al granizo y desperfectos en algunos puntos del mobiliario urbano.

Aunque la tormenta fue breve, su intensidad provocó un caos momentáneo que obligó a los servicios municipales a intervenir rápidamente.

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Una bici, abandonada en el suelo, durante la tormenta.

Una advertencia meteorológica que se cumplió

Este episodio confirma la fiabilidad de los avisos emitidos por la Aemet, que había advertido con antelación sobre posibles tormentas severas en la provincia.

León capital vivió una tarde de gran intensidad meteorológica que, afortunadamente, no ha dejado daños personales, pero sí una ciudad empapada y sorprendida por la fuerza de la naturaleza.

Y un minuto después de la tormenta... de nuevo el sol, y el calor.