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El asesino de Sorribos de Alba, ya en prisión, acabó con su primo con un palo: "Los tenía que haber matado a todos"

La Guardia Civil reconstruye el crimen de Sorribos de Alba, ocurrido el miércoles en una zona de monte | El autor justifica el asesinato y muestra su desprecio hacia otros vecinos
 

El crimen que ha sacudido a la pequeña localidad de Sorribos de Alba tuvo lugar el pasado miércoles, cuando C.H., un vecino del pueblo, acabó con la vida de su primo con una estaca. Lo siguió hasta un paraje a las afueras del pueblo y, una vez allí, lo golpeó por sorpresa con gran violencia. La víctima no tuvo posibilidad de defenderse.

Este jueves, la Guardia Civil llevó a cabo la reconstrucción de los hechos. En ella, el acusado repitió sin titubeos que su primo “se lo merecía” y aseguró que su intención era acabar también con otros vecinos: “Los tenía que matar a todos”, afirmó ante los agentes. Tras analizar lo ocurrido la juez ha decretado su ingreso en prisión.

Un crimen con ensañamiento

El cadáver fue localizado horas después del crimen por efectivos de la Guardia Civil. El cuerpo presentaba múltiples golpes causados por una herramienta de campo y signos de haber recibido pedradas, en lo que se ha descrito como un ataque con ensañamiento. “Le machacó”, relató uno de los vecinos al Heraldo de León.

Los investigadores consideran que se trató de una emboscada premeditada. La reconstrucción del asesinato, que se desarrolló ayer, ha sido calificada de “compleja” por fuentes del cuerpo debido a la actitud errática y violenta del detenido.

Denuncias sin eco y miedo acumulado

C.H. había regresado de Francia en 2005 y desde entonces había acumulado conflictos con numerosos vecinos. Varias personas han confirmado que el hombre vivía en una constante actitud de hostilidad, convencido de que su entorno lo perjudicaba.

“Decía que le robábamos y que le hacíamos daño”, comentó un residente. Otros recordaron las amenazas constantes que lanzaba por las calles: “Vais a morir entre llamas”, “os voy a quemar la casa, que hay gasolina barata”. Aunque hubo denuncias, casi ninguna prosperó por falta de pruebas. “Todo quedó en nada”, lamentaron en el pueblo.

Una muerte anunciada

El martes por la tarde, varios vecinos notaron algo extraño. “Se encerró en casa toda la tarde. Estaba muy alterado”, explicó uno de ellos. Al día siguiente, tras cometer el crimen, se cruzó con un vecino y confesó sin rodeos: “Vengo de matar a uno”.

Este viernes, el acusado ha ingresado en prisión preventiva. El pueblo, mientras tanto, sigue sacudido por una tragedia que muchos veían venir desde hacía años.