La Baña, el incendio que no acaba
Han pasado dos meses desde que las llamas se declararon en La Baña, en la comarca leonesa de La Cabrera, y el incendio continúa sin ser declarado extinguido.
El fuego, que comenzó el 17 de agosto de 2025 a las 13:30 horas, se mantiene oficialmente en situación de “controlado” desde el 4 de septiembre a las 12:00 horas, según los datos de la Junta de Castilla y León.
La causa del incendio sigue siendo desconocida, aunque los equipos de investigación forestal mantienen abierta la línea de trabajo para determinar su origen.
Días de máxima tensión y evacuaciones
El 23 de agosto, apenas una semana después de iniciarse el fuego, se alcanzó el nivel máximo de alerta (Nivel 2) a las 22:05 horas, ante el riesgo para la población y la proximidad de las llamas al casco urbano.
Ese mismo día se procedió al desalojo preventivo de la localidad de La Baña, una medida que afectó a decenas de vecinos que tuvieron que abandonar sus viviendas ante la amenaza del avance del fuego.
“Fueron momentos de mucha incertidumbre y miedo”, recordaron entonces los habitantes de la zona, que siguieron con angustia la evolución de un incendio que llegó a amenazar viviendas, montes comunales y zonas de pasto esenciales para la economía local.
Controlado, pero no extinguido
Aunque desde principios de septiembre el fuego se considera controlado, las brigadas de Medio Ambiente siguen realizando labores de vigilancia y enfriamiento en los puntos más complicados del terreno.
La orografía abrupta y la acumulación de material seco han dificultado las tareas de remate.
Fuentes del operativo indicaron que “el fuego está bajo control, pero persisten zonas con pequeños focos y rescoldos que requieren seguimiento”.
Una herida abierta en la montaña leonesa
El incendio de La Baña ha dejado una profunda huella en el paisaje y en sus vecinos. Los daños forestales aún se evalúan, pero el impacto ambiental y emocional es evidente.
Las autoridades insisten en que la investigación continúa abierta y que, una vez se declare oficialmente extinguido, se procederá a una evaluación de los daños y de las medidas de restauración.
Mientras tanto, La Baña sigue esperando el fin definitivo de un incendio que, dos meses después, aún no ha terminado de apagarse.