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Desciende a nivel cero el incendio intencionado de Pendilla de Arbás

Tras haber alcanzado el nivel dos por la amenaza a las poblaciones, el incendio de Pendilla de Arbás se da este domingo por controlado, lo que ha permitido rebajar el nivel a cero y que los vecinos evacuados de Tonín de Arbás regresen a sus casas | Continúan trabajando 4 medios en labores de extinción para controlar los últimos puntos calientes

Vista aérea del incendio desde uno de los helicópteros.
Vista aérea del incendio desde uno de los helicópteros.

La Junta de Castilla y León ha rebajado este domingo a nivel cero del Índice de Gravedad Potencial el incendio forestal declarado la noche del viernes en la localidad leonesa de Pendilla de Arbás, en el municipio de Villamanín de la Tercia.

Esta decisión llega tras una “muy buena evolución” del foco gracias a los trabajos intensos realizados durante la noche y la presencia de lluvia.

 

Una jornada de sábado complicada

El incendio, que alcanzó el sábado a las 17:30 horas de este sábado el nivel 2 de gravedad debido a su proximidad a los núcleos habitados y al riesgo directo para la población, obligó a desalojar de manera inmediata a una veintena de vecinos de Tonín de Arbás, que este domingo ya han podido regresar a sus casas.

El fuego, originado a las 23:40 horas del viernes, se propagó con rapidez ladera arriba hasta coronar el monte y descender de nuevo hacia el núcleo habitado. “El fuego subió la ladera, coronó y ha bajado hacia el pueblo”, relataba a Heraldo una de las vecinas que colaboraba en las medidas de sus posibilidades. "Es una pena todo esto. El fuego puede con todo, incluso con la lluvia que cae ahora", ha advertido a Heraldo de León.

Durante la jornada del sábado, el operativo desplegado para la extinción superó los treinta medios, incluyendo brigadas terrestres, agentes medioambientales, técnicos, helicópteros, bulldozers y autobombas, trabajando coordinadamente para controlar las llamas y evitar su avance hacia Asturias.

Un fuego de origen intencionado

El foco inicial del incendio se localizó en el arcén de la carretera LE-3509, que conecta la N-630 con Pendilla. Las llamas, que en un principio se mantenían en zonas de monte alejadas de viviendas, acabaron acercándose peligrosamente a los pueblos, lo que precipitó el cambio de nivel y el desalojo de los vecinos. 

Con la rebaja a nivel cero, los equipos de extinción continúan realizando tareas de vigilancia y refresco para evitar posibles rebrotes.