Mujeres mineras: la memoria recuperada en el día de Santa Bárbara
En la festividad de Santa Bárbara, patrona de los mineros, aflora cada año la memoria de un oficio duro y peligroso. Pero también es el momento oportuno para recuperar la historia de quienes permanecieron durante mucho tiempo a la sombra: las mujeres que sostuvieron, dentro y fuera de la mina, la vida cotidiana de las cuencas del Bierzo y Laciana.
El estudio “Las mujeres en la minería del carbón en El Bierzo y Laciana (León)”, elaborado por Concepción Fernández Díez, directora del área de Museos, Patrimonio y Cultura de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), documenta con rigor su aportación decisiva
Trabajo invisible, esfuerzo constante
Fernández Díez demuestra que desde finales del siglo XIX las mujeres participaron activamente en la cadena laboral minera: en lavaderos, en la clasificación del carbón, en baldes, en escombreras y en tareas de carga. También ocuparon puestos clave como telefonistas, enfermeras o cocineras, imprescindibles para sostener el funcionamiento de las explotaciones.
Muchas de ellas compatibilizaban largas caminatas hasta el tajo con el cuidado del hogar, el cultivo de las huertas y el mantenimiento de alojamientos para mineros. Realizaban estas labores con salarios muy inferiores a los de los hombres y en condiciones de gran precariedad, a menudo sustituyendo a maridos enfermos o aportando el único ingreso estable de la familia.
Una fuerza social que impulsó cambios
El informe de Ciuden revela igualmente el papel de estas mujeres en la lucha por los derechos laborales. No fueron simples acompañantes de los mineros: participaron en huelgas, apoyaron movilizaciones y contribuyeron a consolidar mejoras sociales en unas comarcas profundamente transformadas por el carbón desde principios del siglo XX.
Pese a su implicación, la legislación prohibió su acceso al interior de la mina hasta 1992, lo que limitó durante décadas su reconocimiento profesional.
Un sector residual que aún deja cicatrices
Hoy, la minería del carbón es un sector casi extinto, pero su huella continúa viva en el Bierzo y Laciana. Una tradición que moldeó el paisaje económico, cultural y social de la zona, y que todavía está asociada a riesgos laborales que se siguen cobrando vidas.
En este contexto, la celebración de Santa Bárbara se convierte en un homenaje necesario a todas aquellas mujeres que, con fortaleza y determinación, también fueron mineras y parte esencial de la historia industrial española.