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Un premio 'Gordo' con polémica

Un talonario olvidado por despiste y un error humano: así se originó el agujero de cuatro millones del Gordo en Villamanín

Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo)
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Reunión entre la Comisión de Fiestas de Villamanín y los vecinos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad. Foto: Campillo
Lotería de Villamanín (15)
La falta de consignación de 50 papeletas vendidas por la comisión de fiestas dejó sin respaldo legal parte del premio del 79.432 y desencadenó uno de los mayores conflictos vecinales que recuerda el municipio leonés

Villamanín pasó en apenas 48 horas de celebrar colectivamente el Gordo de la Lotería de Navidad a enfrentarse a una crisis interna sin precedentes. El origen del conflicto no fue un fraude ni una maniobra deliberada, sino un error logístico tan simple como devastador: un talonario de 50 papeletas vendidas nunca llegó a la administración de lotería para ser consignado. Esa omisión provocó un desfase cercano a los cuatro millones de euros en premios que, tras resultar agraciado el número 79.432, no tenían respaldo oficial.

El momento clave: la consignación previa al sorteo

Según ha reconstruido El País, el día anterior al sorteo los miembros de la Comisión de Fiestas acudieron a la Administración de Lotería número 2 de La Pola de Gordón para formalizar la consignación de las participaciones vendidas. El procedimiento era sencillo: entregar el dinero recaudado y declarar el número de papeletas distribuidas para que la administración retuviera los décimos correspondientes.

Todo parecía cuadrar, pero había un fallo oculto. Uno de los integrantes de la comisión se había dejado en casa un talonario completo, ya vendido, con 50 papeletas. Al no presentarse ni el dinero ni el registro de esas participaciones, nunca se emitieron los décimos equivalentes. Desde ese instante, sin que nadie lo supiera, existían papeletas “vendidas de más”.

Las cifras que no encajaban

El responsable de la administración, Rubén González, explicó a El País que a su establecimiento le entregaron 1.620 euros, cantidad correspondiente a 81 décimos. Sin embargo, la comisión había vendido participaciones por un total de 1.800 euros, el equivalente a 90 décimos. “A mí me tenían que haber dado 1.800 o 1.820 euros y entonces yo habría dejado 91 décimos en vez de 81, pero no fue el caso”, afirmó el lotero.

La diferencia —diez décimos— pasó inadvertida hasta que el número resultó premiado con el Gordo. En ese momento, el error administrativo se tradujo en un vacío económico de unos cuatro millones de euros.

De la euforia al conflicto vecinal

El lunes posterior al sorteo, Villamanín celebraba el premio sin sospechar lo ocurrido. La alegría dio paso rápidamente a la incredulidad y al enfado cuando se conoció que parte de las papeletas no tenían cobertura legal. La tensión estalló en una asamblea celebrada en el Hogar del Pensionista, donde cerca de un centenar de vecinos debatieron durante casi cuatro horas cómo afrontar la situación.

El núcleo del enfrentamiento no estaba solo en los números, sino en la responsabilidad moral. Para algunos, la comisión debía asumir todo el coste del error. Para otros, se trataba de un fallo humano que exigía una solución compartida. La discusión derivó en reproches, lágrimas y acusaciones veladas, mientras el pueblo quedaba paralizado, con actos festivos cancelados y presencia de la Guardia Civil en el entorno.

El acuerdo para cerrar la herida

Finalmente, y siempre según El País, se alcanzó un pacto frágil pero efectivo para cuadrar las cuentas. La Comisión de Fiestas aceptó renunciar a todo el premio que le correspondía —más de dos millones de euros— y los vecinos premiados asumieron una reducción aproximada del 3% en cada papeleta ganadora. “El acuerdo es lo más ético posible”, resumía a la salida de la reunión Aitor Fernández, uno de los asistentes.

Un error sin mala fe, pero con consecuencias

La propia comisión insistió en negar cualquier intencionalidad. “No hemos robado nada y jamás ha existido ningún tipo de trampa”, repitieron los jóvenes organizadores, que reconocieron el fallo pero defendieron su actuación. El episodio dejó, no obstante, una huella profunda en un municipio pequeño, donde las relaciones personales son tan importantes como el dinero.

El caso de Villamanín ilustra cómo un descuido administrativo —un talonario olvidado— puede convertirse, con la ayuda de la suerte, en un problema millonario y en una prueba de estrés para la convivencia de todo un pueblo.