El tiempo

Dos caras

Pues resulta que ha nacido un cordero con dos cabezas en Villamorisca...

Pues resulta que ha nacido un cordero con dos cabezas en Villamorisca. El aberrante animalito, para su bien creo, murió horas después. Aunque excepcional, el caso no es infrecuente. De hecho en Piñuel, comarca de Sayago en Zamora, había nacido también hace poco un ternero con idéntica malformación. Los animales no son normalmente viables y fallecen a las pocas horas del nacimiento.

En estos tiempos de terraplanistas rampantes, agoreros y gente con ganas de Fin del Mundo, podría ponerme ahora muy gótico y decir que son éstos signos de mal fario, que algo retorcido estaremos haciendo y que tanta malformación no es normal. Sacar a pasear a Lovecraft y sus Mitos de Cthulhu, el chupacabras y demás fauna demoníaca, y sumarme a esta corriente sin sentido. Pero me pilla la noticia de excelente humor y sólo se me ocurren chascarrillos con los que no les voy a aburrir.

A esto de las dos cabezas, horripilancia  e inviabilidad biológica aparte, sólo le veo dos ventajas. Una me viene de mi natural glotón, y es la posibilidad de comer a cuatro carrillos en vez de a dos, epicureísmo obliga. En esto me advierte un amigo de un evidente problema anatómico, y me recuerda que aun siendo dos los agujeros de entrada, el límite lo marca un solo agujero de salida. Desechen la imagen, que agradable no es.

La otra ventaja es tener dos caras, de manera que si te parten una por lo que fuera, te queda otra de repuesto que, ya con la debida prudencia, intentarías conservar intacta. No veo ventaja en tener dos cerebros, que bastante contradicción tengo conmigo mismo disponiendo de uno y malo.
A falta de la posibilidad física de disponer de dos caras, hay bastante gente con habilidad, o eso creen, para mostrar dos o más rostros según las circunstancias que les rodeen. Todos tenemos algún conocido, sin necesidad de que sea cuñado, capaz de decir una cosa o la contraria según sople la brisa de la oportunidad.

O viceversa, Ministro tañendo campanas contra Autonomía o Ayuntamiento, y luego las estructuras que de él dependen, en la inopia.

En esto nuestra clase política, aprovechando nuestra connatural memoria de pez, se lleva la palma. El mismo Consejero Autonómico que pide inversiones al  Gobierno Central para tal o cual desarrollo, después niega el pan y la sal de los fondos de la parte que le toca. O viceversa, Ministro tañendo campanas contra Autonomía o Ayuntamiento, y luego las estructuras que de él dependen, en la inopia. De esto en León tenemos para aburrir, y no voy a enumerar casos porque son muchos y palmarios,  juego en las alfombras del poder, y que son moneda de cambio cuando se nos queda a todos cara de papeleta, que es como nos ven hablando de caras.

Y después están los que se buscan la cara de otro como repuesto, que sus rostros no pueden ser tocados ni sometidos a desgaste, por tan valiosos se tienen. Ejemplos me vienen a la cabeza, como aquel Igea Vicepresidente, al que Mañueco otorgó la gorra de plato del “poli malo”, y que se empeñó en desagradar de un modo bastante insultante, sin darse cuenta del favor que le hacía a su Presidente asumiendo un desgaste innecesario por su parte. Es condición bastante habitual de estas “caras de repuesto” la soberbia por la confianza que su superior demuestra. La galleta que se suelen llevar a su tumba política es bastante indigesta.

Hablando de galletas, la que se va a llevar Carlos Martínez, al que Sánchez ha puesto como candidato para presidir la Junta de Castilla y León. Le va a parecer a Mínguez que, en vez de galleta, le dan con el molde de hierro de las muy afamadas que se cuecen en Sahagún. Y no es para menos, visto el menosprecio que hace a toda la provincia de León al ni siquiera plantearse un debate sobre la autonomía.

Más víctimas electorales de Sánchez hay en el probable censo, todos convencidos por el Presidente de su gran papel. Cabe mencionar a Óscar López, un tipo del que sólo puedo decir que no ha ganado unas elecciones, pero que se postula como “claro caballo ganador” a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Otro previsible “jetazo”, pero nobleza obliga y la inmolación seguramente sea a cambio de abrir alguna puerta de consejo de administración de empresa pública, o privada que también, moneda de pago corriente a fidelidades, que no necesariamente a valía.

Ni santuario animal, con Ayuso incluida haciendo el ridículo, cosa a lo que nos tiene acostumbrados, ni protección de especies, ni herpetólogo ni nada.

Y hay en el escalafón de recambios de cara de Sánchez un tipo al que ustedes van a empezar a creer que tengo manía, que no es otro que Óscar Puente. Ya les he dicho que hoy estoy de excelente humor, y a pesar de que no es que nos ningunee, sino que tiene especial empeño en fastidiarnos, hoy voy a cambiar el enfoque y a ser hasta misericordioso: creo que le ha podido el personaje.

Y, fíjense, esto en el día en que nos hemos enterado de que el que creíamos adalid de la protección animal, el leonés Frank Cuesta, ha confesado que todo era un montaje comercial, que se dejó llevar por el personaje y que el marketing hizo el resto. Ni santuario animal, con Ayuso incluida haciendo el ridículo, cosa a lo que nos tiene acostumbrados, ni protección de especies, ni herpetólogo ni nada. Otro caso de dos caras, pero la rota en este caso también es la del conservacionismo. Ahora miraremos con desconfiada lupa cualquier iniciativa.

Entrando en casa en su felpudo se lee “Torneros”, tiene una diana con la cara de Díez y juega con un tren eléctrico escala H0 al que no logra hacer subir por una rampa imposible. Así sale el hombre cada mañana más motivado para escarnecernos.

Vuelvo a Puente, personaje. Tan metido en el papel como aquel Bela Lugosi, que de tanto interpretar en películas de terror a partir del “Drácula” de Tod Browning de 1931, acabó por dormir en un ataúd y comparecer en sociedad ataviado como personaje y andar asustando a la concurrencia. Así me imagino a Puente, superado por su papel de matón aventajado. Entrando en casa en su felpudo se lee “Torneros”, tiene una diana con la cara de Díez y juega con un tren eléctrico escala H0 al que no logra hacer subir por una rampa imposible. Así sale el hombre cada mañana más motivado para escarnecernos. Ahora mismo anda con la ocurrencia de que una pasarela peatonal que debe desmontar por improcedente e inútil, por narices nos la tenemos que tragar y encima de una calzada romana. 

Creo yo que tanta inquina se la produce la indigestión del personaje del que es víctima. Y hasta aquí la misericordia. Y el sarcasmo, que habrá que seguir sacudiendo.

Y hablando de sacudir, sacudamos conciencias este fin de semana, con dos actos muy señalados. El sábado 17 en San Isidoro, lectura de los Decreta, acto reivindicativo y que pone en evidencia la situación de este León nuestro, Cuna del Parlamentarismo sin Parlamento. Y la guinda el domingo con la manifestación promovida por Conceyu con la reivindicación por parte de todo el leonesismo de una Autonomía para León Ya. Concurren la mayoría de las asociaciones autonomistas. Inexcusable la asistencia en busca de una unidad de acción y la significación de León. Que se nos oiga y que dejen de partirnos la cara, nosotros sí, la única que tenemos.