El Ademar esquiva al Barça y ve más cerca alcanzar la final de Copa del Rey
El Abanca Ademar ha salido bien parado del sorteo de la Copa del Rey de balonmano, celebrado este lunes en Irún. El conjunto leonés se enfrentará al Balonmano Alcobendas, equipo de División de Honor Plata, en los cuartos de final del torneo, lo que le permite soñar con alcanzar la gran final del 8 de junio y, con ello, una posible plaza europea.
Pero el premio no es solo evitar a un rival inferior sobre el papel, sino también haber quedado fuera del cuadro del FC Barcelona, gran favorito al título. Así, Ademar solo se cruzaría con los azulgranas en una hipotética final, lo que mejora notablemente sus opciones de llegar lejos.
Camino despejado hasta semifinales
Si los leoneses superan su primer cruce frente al Alcobendas, se medirán en semifinales al vencedor del duelo entre Bidasoa, equipo anfitrión, y Torrelavega. Un camino complejo, pero más accesible que el otro lado del cuadro, donde el Barça se enfrentará al Recoletas Atlético Valladolid y el Logroño al Huesca.
Desde el club reconocen que el sorteo permite albergar ilusiones, aunque también llaman a la prudencia. El entrenador Dani Gordo sabe que “no hay margen para la relajación, y menos en un torneo del KO, donde cualquier error te deja fuera”.
Un billete europeo en juego
El formato de la Copa otorga una plaza en la Liga Europea de Balonmano al subcampeón, siempre que el campeón sea el Barcelona, como ha ocurrido habitualmente. Por eso, llegar a la final podría valer su peso en oro para el Ademar, que ve en esta vía una oportunidad real de regresar a la competición continental la próxima temporada.
“El objetivo debe ser partido a partido, pero no hay duda de que el sorteo ha sido el mejor posible”, apuntan desde el entorno del equipo leonés.
Así quedan los cuartos de final: Bidasoa – Torrelavega; Alcobendas – Ademar León; Barcelona – Recoletas Atlético Valladolid y Logroño – Bada Huesca.
La cita en Irún arranca con unos cruces que prometen emoción, pero sobre todo con una sensación: el Ademar tiene ante sí una oportunidad única.
