Mañueco reafirma su apoyo incondicional a Suárez-Quiñones pese a la reprobación en las Cortes
El presidente de la Junta mantiene su respaldo al consejero leonés y pide a PSOE y Vox que expliquen su “nueva relación de amor”
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, mantiene su apoyo al consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras la reprobación aprobada esta semana en las Cortes autonómicas.
“No ha cambiado de opinión”, aseguró el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Empleo, Carlos Fernández Carriedo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrado este jueves en Valladolid. Carriedo recalcó que “los nombramientos son competencia del presidente de la Comunidad” y que Mañueco mantiene “el respaldo mostrado en el pleno de hace 48 horas” al consejero leonés.
Críticas a la alianza parlamentaria
La reprobación de Suárez-Quiñones salió adelante gracias a la suma de votos del PSOE y Vox, lo que generó malestar en el Ejecutivo autonómico. Carriedo instó a ambos partidos a aclarar esta “nueva relación de amor” que les permitió censurar al titular de Medio Ambiente.
“Nos preocupa más la relación entre el PSOE y Vox que la de nuestro partido”, ironizó el portavoz, recordando que, pese a sus críticas, Vox se abstuvo en una moción del Grupo Socialista sobre empleo, lo que permitió que prosperara.
Más acuerdos y menos batalla política
Carriedo insistió en que la Junta “respeta mucho las posiciones de los grupos y el debate parlamentario”, pero lamentó que las Cortes se conviertan en un escenario de “batalla política y partidista”.
En este sentido, el consejero abogó por “buscar el máximo acuerdo posible” en cuestiones clave, como el refuerzo del operativo contra incendios, una de las demandas aprobadas esta semana en el Parlamento autonómico.
“Nos gustaría un parlamento más unido, porque la unidad es más necesaria que nunca, tanto en España como en Castilla y León”, concluyó Carriedo, insistiendo en que el Gobierno autonómico está centrado en “resolver los problemas de la gente” y no en los juegos políticos.
 
                           
                         
             
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          


 
           
           
          