UGT y CCOO exigen ante las Cortes un Pacto de Estado en la lucha contra los incendios
Los sindicatos también reclaman un servicio público y de gestión directa así como poner la dignificación laboral de bomberos y brigadistas en el centro de la agenda política
CCOO y UGT exigieron este miércoles en Valladolid un Pacto de Estado en la lucha contra contra los incendios forestales por ser una necesidad “urgente e inaplazable”, y expusieron que la prevención, la protección del medio ambiente y la dignificación de los trabajadores deben situarse en el centro de la agenda política.
“Si queremos minimizar los daños causados por los incendios forestales debemos recuperar el tiempo perdido por las malas e ineficientes políticas de prevención de incendios que muchos de nuestros políticos han llevado a cabo”, expresaron durante una manifestación.
Las centrales sindicales que aprovecharon esta concentración para hacer público un manifiesto en el que evidenciaron la “precariedad” en la lucha contra los incendios forestales, exigieron un servicio público y de gestión directa para la prevención y extinción de incendios forestales, con recursos humanos y materiales suficientes. “Los incendios forestales son una de las mayores catástrofes socioambientales de nuestro tiempo. Cada verano se repite la tragedia: vidas humanas perdidas, pueblos evacuados, familias que se quedan sin nada, ecosistemas destruidos y miles de hectáreas arrasadas”, denunciaron.
Un dispositivo público y que no sea precario
Asimismo, consideraron que lo que algunos presentan como “desastres inevitables” son, en realidad, la consecuencia de años de abandono del medio rural, recortes en los servicios públicos, falta de inversión eficiente y ausencia de planificación frente al cambio climático.
“Con esto queremos poner en valor un dispositivo público y de verdad, que no sea precario, con continuidad en el tiempo, profesionalizado y formado”, afirmó el responsable federal de bomberos forestales de UGT, Francisco Javier García, quien apuntó que el tratamiento de cada administración es “muy diferente”, cuyas competencias están transferidas a las comunidades autónomas y hay una “desigualdad” entre unas y otras, dijo.
García dejó claro que la manifestación nacional se centra en Castilla y León y Valladolid, ya que el colectivo que trabaja en la Comunidad es uno de los “más maltratados” de toda España en la materia, aclaró.
“CCOO y UGT defendemos que la prevención y la extinción de los incendios forestales no pueden dejarse en manos de la precariedad ni de la improvisación. Los incendios forestales no solo se apagan en verano: la lucha se libra durante todo el año y exige voluntad política, recursos suficientes y dignificación de quienes arriesgan su vida en primera línea”, expusieron.
Además, recordaron la “precariedad laboral” de los colectivos de bomberos y agentes forestales y medioambientales con platillas desorganizadas, sin un reconocimiento profesional, con una temporalidad de hasta un 60 por ciento en algunos territorios como Castilla y León.
Escuchar al colectivo
Por su parte, el coordinador estatal de agentes forestales y medioambientales de CCOO, Jorge Nieto, remarcó que el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales de Castilla León es “uno de los peores implementados a nivel nacional", donde los políticos autonómicos “están poniendo soluciones encima de la mesa que ya había”, por lo que consideró que “se pone otro parche a un nuevo parche”.
Nieto lamentó que desde la Junta y la Consejería de Medio Ambiente “se hable con cualquier estamento” y con organizaciones “distintas a los sectores de incendios”, quien criticó que “no hayan sido capaces de preguntar nada a los que realmente nos involucramos en ello y creemos que no es la vía”. “Nos alarma realmente las soluciones que están tomando, porque si no cuentan con esta gente, no van a poder avanzar como dispositivo”, reconoció.
“Las plantillas no están dimensionadas, sin formación continua, sin estabilidad y con sueldos muy precarios”, aseguraron desde ambos sindicatos para denunciar también el desmantelamiento de los servicios públicos y la pérdida de más de 4.000 plazas de agentes forestales y medioambientales en las últimas décadas, con una manifiesta intención de muchas comunidades de limitar sus funciones y competencias y la falta de medios materiales: bases, vehículos, equipos e infraestructuras obsoletas sirva de ejemplo el sistema de comunicaciones de Castilla y León.
Del mismo modo, consideraron que no existe una estrategia común que coordine la acción de las comunidades autónomas y el Estado frente a un problema que afecta a todo el país para evitar la desconexión entre los distintos operativos que intervienen, consiguiendo de este modo minimizar los riesgos de que los incendios penetren en zonas urbanas.
Por último, denunciaron el abandono del medio rural, que aumenta la vulnerabilidad de nuestros territorios y priva de oportunidades a miles de familias.
Dignificación
Entre sus demandas también están el refuerzo y dignificación de los colectivos de bomberos forestales y agentes forestales y medioambientales, con la garantía de dar estabilidad para los primeros, OEPs dignas y reconocimiento de su trabajo a los segundos, salarios justos acorde a los riesgos y responsabilidades que asumen, formación continua e integración efectiva en los protocolos de emergencias 1-1-2.
“Pedimos una Estrategia Nacional contra Incendios forestales, con cooperación real entre administraciones y participación activa de los agentes sociales y una prevención estructural bajo la figura de los Planes técnicos de prevención, los cuales deben ser diseñados y planificados para ser desarrollados a lo largo de todo el año, incorporando materias claves como la reducción de la carga de combustible mediante su gestión y el fomento del uso de biomasa, realización de fajas periurbanas de seguridad o la recuperación de los paisajes tipo mosaico”.
También plantearon la reactivación del medio rural; la inversión inmediata en medios e infraestructuras; una formación adaptada a los incendios forestales cada vez más virulentos, más rápidos, imprevisibles y destructivos.
“Hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad, a las instituciones y a los responsables políticos: no podemos seguir aceptando que cada verano se repita la tragedia. No podemos permitir ni tolerar las emergencias. Lo público salva vidas, protege el territorio y garantiza la seguridad de todos”, dijo para asegurar que el futuro de los montes, pueblos y de las generaciones venideras depende de la actuación de hoy.
A ese respecto, el agente medioambiental de la provincia Salamanca y delegado de Medio Ambiente de UGT, Francisco Comuñas, exigió cesar la precariedad laboral e instó a “tomarse en serio” los incendios forestales con el fin de poder “defender a los bosques y poblaciones”.
"Que no vuelva a suceder"
“Estoy aquí para reivindicar que la sociedad española y los medios de comunicación les exijamos a nuestros políticos que no vuelva a suceder, que se nos quemen los pueblos y que tengamos víctimas mortales todos los años”. Recordó que ya ocurrió en Castilla y León en 2022, con la Sierra de la Culebra, y los políticos “no aprendieron nada”. Ha llegado el 2025, tres años después, y se encuentran los mismos gestores y vuelve a suceder exactamente lo mismo.
Comuñas cargó contra los anuncios que realiza cada año el Ejecutivo autonómico donde alaba que se cuenta con un “operativo del siglo XXI y adaptado para las mejores circunstancias”, algo que “no es cierto”, porque hay una “carestía y una precariedad laboral enorme”, aseveró.
“¡Los incendios forestales no solo se apagan en verano, se previenen todo el año! Por un dispositivo ¡Público! ¡Profesional! ¡Dimensionado! ¡Y bien remunerado!”, exclamaron desde UGT y CCOO.