Villablino celebra La Feriona, su gran cita comercial y ganadera

Villablino se prepara para vivir este domingo, 12 de octubre, una de sus jornadas más emblemáticas: La Feriona, la feria ganadera y comercial por excelencia del municipio y un referente en toda la montaña leonesa occidental. Con más de 500 puestos inscritos y miles de visitantes previstos, la cita promete una jornada de ambiente festivo, tradición y gastronomía, acompañada de temperaturas primaverales y cielos despejados.
La esencia ganadera que perdura
Aunque con el paso del tiempo ha evolucionado hacia una feria multisectorial, La Feriona mantiene viva su esencia ganadera. En el recinto ferial se podrá disfrutar de una muestra de vacas, caballos y gallinas, así como de ejemplares del mastín español, gracias a la participación de la Asociación de Criadores Lacianiegos de Mastín Español (ACLAME).
“La Feriona sigue siendo una feria de ganado por excelencia, una tradición que forma parte de la identidad de Villablino y de su entorno rural”, destacan desde la organización.
Un mercado al aire libre que inunda las calles
Desde primera hora de la mañana, y hasta bien entrada la tarde, las avenidas del Bierzo y Constantino Gancedo se transformarán en un gran mercado al aire libre, donde se mezclan aromas, sonidos y productos de todo tipo.

El visitante encontrará desde los artículos más tradicionales —avellanas, ajos, pimentón, utensilios de cobre o herramientas— hasta propuestas más modernas de textil, calzado, dulces o pan artesano.
“Es un día en el que el pueblo se llena de vida, con vecinos, comerciantes y visitantes recorriendo los puestos desde primera hora”, señalan desde el Ayuntamiento de Villablino, que colabora en la logística de la cita.
El pulpo, el sabor más esperado del 12 de octubre
Si hay un protagonista gastronómico en La Feriona, ese es el pulpo a feira. La tradición marca que cada 12 de octubre en Villablino “se come pulpo”, ya sea en los puestos gallegos del mercado, en los bares y restaurantes locales, o en las propias casas lacianiegas.
Los pulpeiros son una presencia indispensable en esta feria, y cada año congregan largas colas de comensales que disfrutan del plato acompañado de pan y vino, en mesas improvisadas al borde de la calle.
“La Feriona no sería lo mismo sin el olor del pulpo recién hecho”, bromean los vecinos, que convierten la jornada en una auténtica fiesta popular.
Una feria sin programa, pero con alma
La Feriona no necesita programa oficial para llenar Villablino de actividad. “Desde el amanecer hasta el anochecer, las calles se convierten en un gran escaparate de color, sabor y tradición”, subrayan los organizadores.
El éxito de esta cita radica precisamente en su espontaneidad y en la mezcla de lo antiguo y lo nuevo, con los productos del campo conviviendo con las últimas novedades comerciales.
“Es una feria que se vive, no se organiza”, explican los comerciantes, que cada año repiten la experiencia atraídos por el ambiente único de esta jornada otoñal.
Miles de visitantes para una cita centenaria
Con más de medio millar de puestos inscritos y una previsión de miles de visitantes, La Feriona consolida su papel como uno de los grandes eventos de la comarca de Laciana.
Además de su valor económico, la cita es también un símbolo de identidad y convivencia rural, que cada año reúne a generaciones de vecinos y a familias que regresan al valle para disfrutar del día grande del otoño lacianiego.