Villamanín evita la fractura social al entregar la Comisión de Fiestas sus dos millones a los agraciados (pero sin décimo) con El Gordo
Villamanín intenta cerrar una de las páginas más tensas de su historia reciente tras el error cometido por la Comisión de Fiestas en la gestión de las participaciones del número 79.432, agraciado con el Gordo del Sorteo Extraordinario de Navidad.
Tras la tensa reunión de este viernes la agrupación ha mostrado su disposición a ceder íntegramente el premio correspondiente a sus papeletas para cubrir parte de los cerca de cuatro millones de euros que quedaron en el aire por la venta de diez décimos no consignados, repartidos en 50 papeletas.
Reconocimiento del error y disculpas públicas
Después de más de tres horas de reunión con los agraciados, la Comisión de Fiestas reconoció que “hubo una incidencia de consecuencias graves al haber realizado mal el conteo de las papeletas”, por lo que pidió “disculpas a todos los afectados”. Los jóvenes insistieron en que “jamás ha existido ningún tipo de fraude o trampa”, una idea que repitieron de forma literal ante los vecinos más críticos.
Emocionados por la respuesta mayoritaria del pueblo, desde la Comisión subrayaron que la mayoría de los asistentes “ha entendido la situación e incluso mostrado su apoyo”. En este contexto, aseguraron que ya trabajan en un acuerdo “justo, transparente y con todas las garantías legales”, que contará con “supervisión judicial” y que está “pensado en el bien común y en el futuro del pueblo”.
Un acuerdo con supervisión judicial
Una de las personas premiadas explicó que el principio de acuerdo pasa por “una merma de un diez por ciento de cada papeleta”, a lo que se sumaría “la cantidad íntegra de las de los miembros de la comisión”, una cifra que situó en torno a los dos millones de euros.
“Todo ello sería depositado en el juzgado y, si a partir del 22 de marzo, cuando finaliza el plazo de cobro, no se presentó ninguna reclamación, el dinero de la comisión de fiesta se repartirá entre todos los que hayan perdido ese diez por ciento”, detalló.
La versión humana del conflicto
Según la información publicada por El País, los 15 jóvenes que integran la Comisión, con edades entre los 18 y los 25 años, llevan años organizando actividades para evitar que Villamanín se apague. Vendieron 90 décimos en participaciones de cinco euros —450 en total—, de los que cuatro euros se destinaban a la lotería y uno a financiar las fiestas. El día antes del sorteo, 50 participaciones se quedaron sin consignar en la administración, “un error muy grave” que coincidió con la peor de las suertes: el número resultó agraciado con el Gordo.
Durante una reunión celebrada en el Hogar del Pensionista, la tensión fue en aumento y algunos vecinos acusaron a los jóvenes de estafa. Ellos lo negaron rotundamente: “No hemos robado nada y jamás ha existido ningún tipo de trampa”. Con lágrimas en los ojos, uno de los más jóvenes resumió el impacto personal de lo ocurrido: “Esta noche hemos perdido amigos”.
Un pacto frágil y cifras que bailan
A la salida del encuentro, la Comisión emitió un comunicado en el que anunciaba que renunciaba al premio de sus papeletas “con el fin de conseguir que lo que empezó con una alegría para todo el pueblo lo siga siendo hasta el final, aunque nos quedemos sin nada”. El acuerdo, sin embargo, es considerado frágil incluso por los vecinos más optimistas: se votó a mano alzada, sin censo, no quedó por escrito y las cifras varían según las fuentes. Algunos hablan de una quita del 10%, otros de menos del 5%, y el importe al que renuncia la Comisión oscila entre 1,2 y dos millones de euros, según El País.
Un pueblo que no quiere dividirse
Pese a las dudas y a la sombra de la sospecha que aún planea en algunos corrillos, la Comisión asegura sentirse respaldada por la mayoría del pueblo. “Queremos que Villamanín sea recordado por el pueblo que le tocó el Gordo, no por el pueblo que se dividió porque tocó el Gordo”, manifiestan.
Mientras tanto, en una localidad que en invierno apenas supera el centenar de habitantes, la batalla por recomponer la confianza y recuperar entre todos cuatro millones de euros sigue abierta. La suerte llegó a Villamanín en forma de premio millonario; ahora, el reto es que no se vaya dejando una herida difícil de cerrar.