La comisión de fiestas de Villamanín vendió 50 papeletas de más del 79.432 y no hay respaldo de décimos "para cuatro millones de euros" de El Gordo de Navidad

La euforia que inundó Villamanín tras resultar agraciado con El Gordo de la Lotería de Navidad, el número 79.432, se ha transformado en una profunda polémica vecinal. Varios premiados han denunciado ahora que se habrían vendido más participaciones que décimos realmente disponibles, un desfase que, según sus cálculos, dejaría sin respaldo hasta “cuatro millones de euros del premio”.

La situación ha generado un clima de nerviosismo e inquietud en el municipio, a la espera de la reunión convocada para este viernes a las 18.00 horas en el Ayuntamiento, donde se abordará el recuento de papeletas y la correspondencia con los décimos adquiridos.

“Al menos 50 papeletas de más”

Algunos de los agraciados aseguran disponer de información concreta sobre el desfase. Según relatan, “uno de los problemas es que se vendieron al menos 50 papeletas de más del 79.432”, lo que supondría que no existiría cobertura real para una parte del premio. En términos económicos, advierten de que “no hay respaldo de décimos para cuatro millones de euros”.

El número fue distribuido mayoritariamente por la Comisión de Fiestas de Villamanín mediante participaciones de cinco euros, de los cuales cuatro se jugaban y uno se destinaba a donativo. Esta fórmula permitió una amplia difusión del número entre vecinos y visitantes habituales del municipio.

81 décimos procedentes de La Pola de Gordón

Los datos oficiales apuntan a que la Administración de Lotería nº 2 de La Pola de Gordón vendió a la Comisión 1.620 euros en décimos, equivalentes a 81 décimos, procedentes de la administración de La Bañeza, donde se concentró gran parte del Gordo.

Con esa base se elaboraron 15 talonarios de papeletas, lo que teóricamente garantizaría que cada participación obtuviera unos 80.000 euros brutos, alrededor de 65.000 netos tras impuestos. Sin embargo, los denunciantes sostienen que el número real de papeletas vendidas superó esa cobertura.

Posible recorte del 6% en los premios

Entre las soluciones que, según algunos premiados, se barajan internamente figura una reducción proporcional del premio. “La solución que van a proponer es una reducción del 6% en cada una de las papeletas premiadas”, aseguran, una opción que ha generado rechazo entre quienes consideran que no deben asumir las consecuencias de una mala gestión. Si se aplica esta solución, que precisaría de una mayoría de los asistentes a la reunión, cada uno de los agraciados cedería una cantidad próxima a los 5.000 euros.

A este conflicto económico se suma otro de carácter jurídico. Según han relatado algunos afectados a Heraldo de León, “la comisión de fiestas no está constituida como tal, con lo cual jurídicamente no son nadie”, lo que podría complicar aún más la resolución del problema.

Tensiones internas y cobros adelantados

Las dudas se ven agravadas por rumores de conflictos internos. Algunos vecinos aseguran que “por lo que se nos ha dicho hay un miembro de la comisión que ya ha cobrado el premio y entre ellos hay problemas”, una circunstancia que ha alimentado la desconfianza y el temor a un desenlace conflictivo. “Esto va a acabar mal”, resume uno de los agraciados a Heraldo de León.

De la indignación a la comprensión

La Comisión de Fiestas ha convocado a todos los poseedores de participaciones a una reunión clave este viernes, solicitando que acudan con las papeletas para realizar un recuento exhaustivo. Mientras algunos confían en que el encuentro sirva para aclarar definitivamente la situación, otros creen que se limitará a cuestiones tributarias y de tramitación ante Hacienda.

En la antesala de la reunión las versiones de los afectados son encontradas. “Que se organicen y digan dónde y cuándo cobrar”, “esperemos a tener una explicación, en función de lo que haya pasado la solución puede ser muy fácil o muy difícil”, aseguran algunos vecinos.

“Las papeletas es lo que traen, dolores de cabeza y problemas”, recuerda otro. Todo ello mientras algunos dejan ver su parte más comprensiva: “Un error lo tiene cualquiera, tienen que ir con humildad y poner su lotería, con la verdad por delante entre todos salir de esta movida, a mí me dan mucha pena los chavales”.

La derivada municipal

Mientras, uno de los concejales del Ayuntamiento de Villamanín, pone sobre la mesa la labor “de vigilancia que tenía que hacer el propio Ayuntamiento y que no ha hecho. En otras legislaturas esto se tutelaba precisamente para evitar lo que ahora ha pasado. El problema no es pequeño y habrá que ver hasta dónde llegan las responsabilidades”.