'Diarios de la Segunda Guerra Mundial. Inéditos (1939-1944). 1. Desde París'. Manuel Chaves Nogales, el periodista en el exilio
Resulta poco probable que hoy, siempre dentro de ámbitos culturales poco convencionales, alguien desconozca la figura de Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944). Pero salvando las excepciones que siempre son de rigor y que son las que confirman lo dicho, hasta hace muy pocos años era un auténtico desconocido. La razón es la de siempre: la guerra civil española lo empujó al exilio en Francia y luego al Reino Unido donde falleció plenamente joven, a los 46 años, y en absoluta soledad. Bien se comprende además que, tras la guerra, su persona fuese condenada al ostracismo por el franquismo dada su vinculación con el gobierno republicano y particularmente con el presidente Manuel Azaña. Pero, al parecer, tampoco su persona fue del agrado de los comunistas, que lo ignoraron igualmente y cuanto pudieron. De ahí sus propias palabras recogidas en el prólogo de su obra ‘A sangre y fuego’:
“De mi pequeña experiencia personal puedo decir que un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros”.
La recuperación del gran periodista y escritor que fue Manuel Chaves Nogales comenzó bien tardíamente de la mano firme de María Isabel Cintas, Abelardo Linares o Andrés Trapiello y de la Editorial Asteroide que fue publicando desde 2007 sus escritos más conocidos (‘El maestro Juan Martínez que estaba allí’, ‘Juan Belmonte, matador de toros’, ‘A sangre y fuego’, ‘La agonía de Francia’) hasta culminar en 2020 con la edición de las obras completas al cargo de Ignacio F. Garmendia.
En esta ocasión es la editorial sevillana 'El Paseo' quien nos ofrece una recopilación de textos periodísticos inéditos de Chaves Nogales coincidentes con el periodo de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una edición de la filóloga y poeta onubense Yolanda Morató quien alude en su prólogo al olvido en que se sumieron las crónicas de los cinco últimos años de la vida del periodista y, en consecuencia, “al importante vacío en torno a sus años de madurez como escritor”.
Chaves Nogales se había exiliado a París en 1936 y allí se encontraba, como bien recuerda Morató, cuando en septiembre de 1939 dio comienzo la Segunda Guerra Mundial tras la invasión de Polonia por parte de Alemania. En París, donde trabajó para las agencias Cooperation, Havas, Reuter o AFI, escribió una ingente cantidad de crónicas de las que, con razón, Yolanda Morató subraya “el carácter fresco, ágil y bienhumorado” que contrasta con la tragedia que acababa de comenzar y sembraría de sangre el mundo durante cuatro años. Chaves Nogales desconocía que la entrada de los nazis en París en junio de 1940 le empujaría a cambiar París por Londres; que la familia se disgregaría (la esposa embarazada de una hija que nunca conocería y sus otros 3 hijos retornarían a España a ocultarse en el pueblo sevillano de El Ronquillo) y que en Londres seguiría escribiendo sus textos hasta su imprevisto final un mes antes del Desembarco de Normandía.
El presente volumen recoge las crónicas que salieron de su pluma en el primer año de la guerra y que, consecuentemente, fueron escritas desde París y difundidas, entre otros, en periódicos iberoamericanos. De entre ellos Yolanda Morató destaca como “cabeceras de referencia”, el cubano ‘Diario de la Marina’, el brasileño ‘Correio da Mahnã’ y el argentino ‘El Sol’. Sobrepasan largamente los dos centenares de textos periodísticos que muestran la ingente producción de un periodista en estado puro. Los ojos de Chaves Nogales guían al lector a través de la vida cotidiana de un país en guerra, de la reacción de las gentes, de la política, de la opinión popular, de las esperanzas de los oprimidos, del miedo, del optimismo… Todo tiene cabida en unas crónicas que hoy se leen, a pesar del dramatismo que subyace inevitablemente en ellas, con gusto. Con un gusto del que una termina por sentirse culpable cuando se descubre disfrutando de lo literario de la escritura de Chaves Nogales, de sus títulos, de su visión delicada, fina y elegante en un contexto de fatalidad y catástrofe.
La última crónica recogida en este volumen data del 13 de junio de 1940 y se titula ‘El pueblo civil francés muestra una disciplina tan rigurosa como el militar’. Narra la inminencia de la ocupación, el clamor de los cañones en los pequeños pueblos de los alrededores de París donde “se puede encontrar en su puesto desde el alcalde hasta el último funcionario de la comunidad, si su servicio es necesario”, la evacuación, el abandono de los campesinos de sus tierras… Y recoge también esa frase significativa que nadie esperaría, pero a la que Chaves Nogales no renuncia: “En París, en este momento preciso, los trenes entran a su hora, a pesar de haberse intensificado fabulosamente el servicio”.
Merece la pena, sin duda, acercarse a este gran Manuel Chaves Nogales. Y quedar a la espera del segundo volumen que ha de venir con sus crónicas escritas desde la soledad de Londres.