La Cultural evidencia su pésima defensa y el Burgos le deja una 'manita' de realidad
La Cultural y Deportiva Leonesa regresó a Segunda División con una derrota tan contundente como preocupante. En El Plantío, el Burgos le endosó un 5-1 en un partido que dejó en evidencia todas las carencias que el conjunto de Llona había insinuado durante la pretemporada: fragilidad defensiva, desajustes tácticos y ausencia de alternativas ofensivas.
Gol y expulsión en menos de un minuto
El choque apenas había comenzado cuando se desató la tormenta sobre los visitantes. Corría el minuto 1 y, tras un error garrafal en la salida de balón, Satrústegui cedió en mala posición, Selu Diallo llegó tarde, cometió penalti y vio la roja directa. Curro no perdonó desde los once metros para adelantar al Burgos y poner a la Cultural contra las cuerdas desde el amanecer del encuentro.
Con un jugador menos, Llona reordenó al equipo en un 4-4-1, pero las costuras en defensa eran visibles por todos lados. La presión alta del Burgos y las internadas por las bandas explotaban cada carencia en la retaguardia leonesa.
El Burgos amplía la brecha
En el minuto 17, un balón mal despejado por la defensa terminó a pies de Fermiño, que fusiló a Badia para el 2-0. La Cultural intentó un tímido despertar con alguna transición de Tresaco y Chacón, pero sin generar verdadero peligro.
El conjunto burgalés administraba el balón, moviéndolo con paciencia para desgastar a un rival que corría detrás sin poder morder. El 3-0 llegó en el minuto 43, otra vez con Curro como ejecutor, aprovechando un desajuste que dejó al atacante solo en el área. Badia, vendido en todas las acciones, apenas podía gesticular resignado.
Siete claves para un partido
Un amago de reacción
La segunda parte arrancó con un pequeño destello leonés. En el 48, Tresaco, el único que puso corazón, se marchó por la derecha y su centro lo introdujo Córdoba en su propia portería, acortando distancias (3-1).
Sin embargo, el Burgos no perdió la calma. Con el 77% de posesión y el partido bajo control, esperó su momento para rematar a un rival exhausto. En el 75, un nuevo error defensivo culturalista derivó en penalti. David González convirtió el 4-1 sin pestañear.
El golpe definitivo llegó en el 83, cuando Mateo recogió un balón en la frontal y lo envió a la red para sellar la “manita”. Los últimos minutos fueron de mero trámite, con un Burgos que no quiso más y una Cultural deseando escuchar el pitido final.
Sensaciones preocupantes
Más allá del resultado, la imagen que dejó la Cultural preocupa. La defensa fue un caos constante: Larios superado en la izquierda, Eneko y Fornos sin coordinación y Víctor García desajustado. El medio campo, demasiado físico y poco creativo, no logró dar oxígeno ni tapar huecos.
El equipo terminó evidenciando lo que ya se intuía: sin los seis fichajes de calidad que faltan por llegar, este plantel no está preparado para competir en Segunda. Llona reconoció al final que el partido debe servir como “llamada de atención”, pero la impresión es que, sin cambios drásticos, la temporada se hará muy larga.

