Inmerecido castigo: la Cultural va con todo, y cae con todo
Ni jugando su mejor partido en el Reino de León la Cultural y Deportiva Leonesa logró romper su racha sin victorias como local. Los de 'Cuco' Ziganda cayeron por la mínima (0-1) ante un Ceuta que volvió a exhibir solidez y eficacia. El único tanto del encuentro lo anotó Rubén Díez, de penalti, en el minuto 12, después de una falta dentro del área cometida por Thiago Ojeda sobre Konrad. Fue un penalti 'tonto' que supuso un partido.
El conjunto leonés mostró su versión más intensa y ordenada de la temporada. Fue superior durante la primera mitad en casi todos los aspectos —presión, circulación y ritmo—, pero la falta de acierto en el remate y un inspirado Guille Vallejo en la portería ceutí evitaron que los locales transformaran su dominio en goles.
Un penalti que cambió el rumbo del partido
El encuentro arrancó con ritmo alto y con la Cultural volcada en campo contrario. En apenas diez minutos, Diallo tuvo la primera ocasión clara tras un pase filtrado de Manu Justo, pero su disparo se marchó rozando el palo. En la acción siguiente, una internada de Konrad terminó con Thiago Ojeda derribándolo dentro del área. El árbitro no dudó y señaló los once metros.
Rubén Díez ejecutó con calma y engañó al guardameta Edgar Badía para adelantar al Ceuta (0-1). El gol cayó como un jarro de agua fría sobre el Reino, aunque la reacción local fue inmediata.
Las tres claves del partido
El encuentro se rompió muy pronto. En el minuto 10, Thiago Ojeda derribó a Konrad dentro del área en una acción tan innecesaria como clara. Rubén Díez transformó el penalti y adelantó al Ceuta, obligando a la Cultural a remar contracorriente durante más de 80 minutos. Ese único error defensivo pesó como una losa en un partido que, por juego, podría haber tenido otro desenlace.
El guardameta del Ceuta fue el gran responsable de que los tres puntos volaran del Reino de León. Detuvo un remate a bocajarro de Luis Chacón, desvió un cabezazo de Rodri Suárez y se mostró imbatible en los balones aéreos. Su actuación, unida a la solidez de la defensa visitante, mantuvo la portería a cero pese al acoso culturalista.
La Cultural disputó un partido convincente en cuanto a control y actitud, con más del 65% de posesión y múltiples acercamientos al área rival. Sin embargo, volvió a mostrar su gran déficit: la falta de eficacia. El equipo de Cuco Ziganda genera, empuja y compite, pero le falta convertir su dominio en goles. Esa carencia, ya repetida en varios encuentros, sigue condenando a los leoneses en su propio estadio.
La Cultu se estrella con Vallejo
A partir del tanto, el monólogo fue local. Luis Chacón rozó el empate con un hábil disparo que se estrelló en el larguero (minuto 31), y poco después Guille Vallejo realizó dos intervenciones providenciales: primero ante un remate a bocajarro de Chacón y luego despejando con los puños un centro de Iván Calero que buscaba a Sobrino.
El Ceuta se mostró firme en defensa y apenas concedió espacios. Su planteamiento táctico se basó en la solidez y el aprovechamiento de las transiciones, con un Konrad eléctrico en cada salida.
Segunda mitad de asedio sin recompensa
Tras el descanso, la Cultural mantuvo la posesión (más del 65%) y el control del juego. Se agitó el banquillo, pero el guion no cambió: dominio sin gol.
Diallo volvió a probar fortuna con un disparo cruzado que desvió Vallejo (minuto 55), y Rodri Suárez tuvo la más clara con un cabezazo a quemarropa que el portero visitante detuvo bajo los palos en el 79’. Los últimos minutos fueron un acoso constante de la Cultural, con el Ceuta encerrado en su área, pero el marcador no se movió.
Ceuta en racha y la Cultu sin premio
El Ceuta, que suma su tercera victoria consecutiva, se consolida en la zona noble del grupo, mientras que la Cultural continúa sin conocer el triunfo en casa esta temporada. El Reino de León, convertido en escenario de frustraciones, despidió al equipo entre aplausos de reconocimiento y murmullos de resignación.
Ahora toca una nueva cita en el Reino. Será el sábado, ante el Mirandés, y de nuevo con la obligación de conseguir la victoria.

