La verdadera historia de Romo: cuatro semanas negociando, acuerdo total y contrato roto "por la caña" en las redes
Llona estaba condenado. No esta semana. Estaba condenado desde hace "cuatro semanas". Fue entonces cuando el director deportivo de la Cultural y Deportiva Leonesa, Jose Manzanera, se puso en contacto con Guille Fernández Romo.
El técnico recibió la llamada con certezas, no era un "tanteo". En esa llamada se le indicó que comenzara a seguir al equipo porque Llona era un 'inadaptado' a la categoría de Segunda División.
Las llamadas se sucedieron hasta la definitiva: "Si no gana en Santander, le vamos a cesar". Era definitivo.
Santander
¿Problema? El equipo no solo ganó en Santander sino que ofreció una magistral lección de fútbol, seguramente el mejor partido en años.
Y ante eso, más de lo mismo: "Seguimos pensando en el cambio".
La pasada semana los movimientos se aceleraron según fuentes directas de la operación. La Cultural (Manzanera) solicitó el dni a Romo y le indicó que debería volverse para España porque Llona tenía los días contados.
El vuelo Verona-Madrid
Los días no, tenía contadas las horas. La derrota ante el Castellón (1-3) era la disculpa perfecta. Se cerró la documentación, el acuerdo económico y Romo tomó un avión para regresar de Verona a Madrid y de Madrid a Santander. Antes uno de los asistentes que tenía que incorporarse junto al técnico había solicitado la excedencia en su trabajo para poder sentarse de nuevo en los banquillos. Todo estaba en marcha.
Ya es lunes. En ese segundo trayecto Madrid-Santander ya se ha filtrado el nombre de Romo como opción para el banquillo y las redes sociales han estallado valorando la estadística como entrenador y su 'caché'.
La "caña" en redes sociales
El técnico viaja con su mujer y su hijo en coche cuando recibe una llamada. Es Manzanera. "Nos están dando mucha caña en redes sociales, no podemos ir en contra del mundo. Lo sentimos, pero tenemos que cancelar la operación", fue la comunicación.
Era el punto y final a un 'patinazo' histórico que deja dos evidencias: Llona estaba sentenciado desde el mismo inicio de la temporada y Guille Fernández Romo era su sustituto. Y hoy, sin entrenador.
