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Definitivo: Europa cede y habrá coches de combustión en 2035

Bruselas suaviza el veto al motor térmico y recalcula el horizonte de 2035 | Bruselas suaviza el veto al motor térmico y recalcula el horizonte de 2035
tubo de escape
Tras meses de debate interno y presiones políticas e industriales, la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa una revisión del objetivo que preveía eliminar por completo las emisiones de CO₂ de los turismos nuevos en 2035.

La hoja de ruta climática de la Unión Europea para el automóvil entra en una nueva fase. Tras meses de debate interno y presiones políticas e industriales, la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa una revisión del objetivo que preveía eliminar por completo las emisiones de CO₂ de los turismos nuevos en 2035. El nuevo planteamiento rebaja esa exigencia hasta el 90%, lo que en la práctica deja margen para que sigan comercializándose vehículos con motor de combustión.

El cambio llega después de que figuras clave del Partido Popular Europeo, con Manfred Weber al frente, anticiparan públicamente la necesidad de corregir el rumbo ante las
dificultades del sector.

De la prohibición total a la media de flota

El planteamiento inicial contemplaba un escenario sin ventas de coches de gasolina o diésel, incluidos híbridos y eléctricos de autonomía extendida, salvo excepciones muy
limitadas para fabricantes de producción casi testimonial. Posteriormente, Bruselas ya había introducido una excepción al permitir vehículos alimentados con combustibles
sintéticos, siempre que fueran neutros en carbono.

La nueva propuesta va más allá: lo que se evaluará no será cada modelo de forma individual, sino la media de emisiones de todos los vehículos vendidos por un grupo automovilístico. El umbral para 2035 se situaría en torno a los 11 gramos de CO₂ por kilómetro, tomando como referencia los datos de 2021.

Cómo se compensan las emisiones

El sistema abre la puerta a estrategias mixtas. Un fabricante podría seguir vendiendo modelos que emitan, por ejemplo, 100 gramos de CO₂ por kilómetro, siempre que esa cifra quede compensada por un volumen suficiente de coches eléctricos de cero emisiones. Según cálculos internos del sector, por cada turismo de ese nivel  sería necesario matricular aproximadamente nueve eléctricos puros para evitar sanciones.

Este esquema refuerza la idea de que el coche eléctrico seguirá siendo el pilar central del mercado, aunque ya no el único.

Nuevos incentivos y plazos más largos

Entre las novedades figura la creación de una categoría específica para pequeños eléctricos fabricados en Europa, conocidos como eCar. Estos modelos contarían con ventajas fiscales y con créditos adicionales de emisiones, según avanzan fuentes de la industria recogidas por medios especializados.

Además, el objetivo intermedio de reducir un 50% las emisiones frente a los 93,6 gramos de CO₂ por kilómetro fijados en 2021 se aplaza de 2030 a 2032. El sistema de
control será similar al aplicado en 2025, con un periodo de varios años para compensar desviaciones antes de imponer multas.

Industria y Estados, en bloques enfrentados

La revisión refleja la presión acumulada en Bruselas. La patronal ACEA y grandes fabricantes, con grupos como Volkswagen inmersos en procesos de ajuste, llevan tiempo
reclamando flexibilidad. Alemania e Italia han sido especialmente activas, mientras que seis países encabezados por Roma llegaron a pedir formalmente a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, un replanteamiento de los objetivos.

En el otro extremo, España y Francia han defendido mantener el listón más alto y acelerar la electrificación como eje de la transición industrial.

Una propuesta aún en negociación

Pese al peso político de la iniciativa, el cambio no es definitivo. El texto deberá ser negociado tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo de la UE,  donde los Estados miembros tendrán la última palabra. Todo apunta, no obstante, a que el modelo final será menos rígido que el diseñado hace solo unos años y que el motor de combustión, lejos de desaparecer en 2035, tendrá una prórroga condicionada en el mercado europeo.