"El derecho me gustaba desde siempre. Mi padre lo había estudiado y, aunque no ejercía, siempre he estado en contacto con las leyes"
Berciano asentado en Madrid, ciudad que eligió como sede de sus estudios de derecho y que se ha convertido también en la base de su negocio jurídico. Miguel Álvarez Pérez es abogado, un apasionado de su trabajo, aunque siempre que puede, regresa a Ponferrada a disfrutar de la paz y desconexión de su pequeña ciudad junto a sus padres.
Después de una infancia y una adolescencia de lo más feliz en su Ponferrada natal, gracias al cariño y los cuidados de su familia, a los 20 años decide mudarse a Madrid para continuar sus estudios, optando por el derecho como carrera. “Me gustaba desde siempre. Mi padre también había estudiado derecho y aunque no ejercía como abogado, siempre he estado en contacto con las leyes, con los contratos de seguros, de una forma muy directa”, relata Miguel.
Derecho y máster de acceso a la abogacía en Madrid
Esto le llevó a tomar la decisión de estudiar la carrera de derecho en la Universidad CEU San Pablo de Madrid, “me llamaba mucho la atención y decidí estudiarlo para tener los conocimientos necesarios para que en un futuro nadie pudiese engañarme con cualquier tema contractual”, asegura.
Pero a diferencia de su padre, Miguel sí que optó por ejercer la profesión de abogado, motivo por el que, al terminar la carrera, en el año 2017, se matriculó en el Instituto de Estudios Bursátiles, el IEB, también en Madrid, para estudiar el máster de acceso a la abogacía, “para poder ejercer la profesión”.
Despacho de abogados familiar
Al finalizar sus estudios, Miguel decide finalmente ejercer como abogado de manera autónoma. “Junto a mi hermano, que también es abogado, hemos montado un despacho y estamos desarrollando un proyecto laboral familiar con el que estamos muy contentos”, explica Miguel.
A pesar de llevar más de una década asentado en Madrid, Ponferrada sigue siendo su ciudad, a la que regresa siempre que puede y es que, sus padres, a los que echa de menos en la distancia, siguen residiendo allí. Además, “en Ponferrada se respira una paz y una tranquilidad siempre que voy, en comparación con Madrid, que hace que cada visita sea de lo más especial”.
Pero además de su trabajo y sus viajes a Ponferrada, Miguel, siempre que puede, disfruta de su tiempo libre con algunas de sus actividades favoritas, como son la música y el deporte. "Me gusta jugar al pádel, el fitness y la música en general. Y en verano, cuando voy de vacaciones a Benidorm con mi familia, también me gusta practicar submarinismo", afirma Miguel.
El derecho, que descubrió siendo aún un niño gracias a su padre, se ha convertido en la profesión perfecta para Miguel, que además ejerce con su hermano, convirtiendo el proyecto en una empresa familiar. Juntos ejercen como abogados en Madrid, aunque Miguel, siempre que puede, regresa a Ponferrada, donde disfruta de la tranquilidad y de pasar tiempo con sus padres, una de sus grandes pasiones.
