Ocho brigadas se unen a los trabajos de la Miño-Sil en captaciones afectadas por incendios
José Antonio Quiroga lamenta que “la seguridad total es muy difícil” y asegura que el plan de choque post-incendios, de seis meses, tendrá una continuidad con otro tipo de acciones
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil pondrá en marcha ocho nuevas brigadas, compuestas por un total de 80 personas, que trabajarán “de forma estable” durante seis meses para trabajar en las captaciones de agua de la comarca del Bierzo afectadas por los incendios forestales de este verano.
Así lo avanzó este jueves el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, quien detalló que los trabajos se centrarán en las zonas de Las Médulas, La Cabrera y Puente de Domingo Florez y “se priorizarán las tengan captaciones de agua potable como elementos de primera línea para defender”.
Estos trabajos se enmarcan en el plan de choque post-incendios puesto en marcha por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, con el apoyo económico del Ministerio de Transición Ecológica y la Secretaría de Medio Ambiente, y que cuenta con un presupuesto de tres millones de euros para la demarcación.
"La seguridad total es muy difícil"
Quiroga quiso dejar claro que “la seguridad total es muy difícil”, para lo que precisó que “las cenizas no brotan del río”, sino que “vienen de laderas de la zona más alta de la montaña”, algo que “no es competencia de la CHMS”, aunque se espera “contar con la coordinación de la Junta de Castilla y León”.
Una coordinación para la que ya se cuenta en los trabajos desarrollados en la potabilizadora de Ponferrada en el río Oza, donde trabaja desde hace 25 días una brigada, respecto a la el presidente de la Confederación se mostró “gratamente sorprendido de la eficacia y la rapidez con que se están realizando los trabajos a pesar de las dificultades que presenta la orografía, con mucha pendiente y dificultad de acceso”.
No obstante, la duración de seis meses de ese plan de choque post-incendios busca que “independientemente de cuando empiecen las lluvias, que dificulten la ejecución de los trabajos, haya una continuidad”, ya que “el impacto de la tragedia de los incendios ha sido brutal y no es una cuestión de resolver en dos o tres semanas”, sino que incluso requerirán de “otro tipo de labores más allá de esos seis meses”, centradas en “la repoblación de la vegetación en los valles”.