Un siglo de la leonesa 'ColaYork'

En 1879 nacía en Cacabelos Bodegas Guerra, fundada por el farmacéutico Antonio Guerra, un hombre que supo ver el potencial del viñedo berciano cuando el vino aún se producía para consumo local. Su sobrino, Antonio Díaz Guerra, heredó aquel legado en 1925 y lo llevó mucho más allá, transformando una pequeña bodega en una marca reconocida dentro y fuera de España.

Bajo su dirección, la empresa se expandió con sucursales en La Habana y La Coruña, y amplió su catálogo con licores, vermouths, ponches, refrescos y bebidas sin alcohol. Su nombre quedó vinculado para siempre a una creación singular: la Cola York, el refresco berciano que se atrevió a competir con Coca-Cola.

El pionero del marketing y la modernidad

Díaz Guerra no solo fue empresario, también fue un adelantado a su tiempo. Introdujo en El Bierzo las técnicas publicitarias modernas tras viajar a Nueva York, donde descubrió nuevas formas de promoción.

En 1940 colocó un gran anuncio de Bodegas Guerra en la Puerta del Sol de Madrid, cuando el marketing aún era una rareza en España.

Su visión también rompió esquemas sociales: creó licores dulces en envases pequeños, diseñados para que las mujeres pudieran disfrutar de una bebida en público sin romper las normas de la época.

Cola York, la bebida que desafió al gigante

Entre sus muchas innovaciones, la Cola York se convirtió en símbolo de audacia empresarial. Elaborada a base de zarzaparrilla, jengibre, anís estrellado, sacarosa y canela, alcanzó una notable expansión internacional, llegando incluso a Argentina. Su éxito llamó la atención de Coca-Cola, que interpuso una demanda por el uso de la palabra “Cola” y la similitud del envase.

Tras un largo proceso judicial, Antonio Díaz Guerra ganó el pleito, demostrando que su bebida no contenía cola y que, por tanto, no infringía la marca. Sin embargo, las pérdidas derivadas del conflicto lo obligaron a renombrar su producto como Coli York. Hoy en día, ambas marcas continúan registradas por la Cooperativa Vinos del Bierzo, heredera del patrimonio de Bodegas Guerra.

El final de una era y el deseo de revivir un mito

A pesar de su ingenio y expansión, Bodegas Guerra acabó entrando en liquidación en 1981, tras la retirada de apoyo financiero y las tensiones con otros bodegueros locales. La Cooperativa de Cacabelos, fundada en 1964, adquirió entonces sus marcas y propiedades, preservando así una parte esencial de la historia vinícola y empresarial del Bierzo.

Hoy, cuando se cumplen cien años desde que Antonio Díaz Guerra asumiera la dirección de la bodega, su legado sigue vivo. La cooperativa mantiene la intención de recuperar la mítica Cola York, símbolo de una época en la que un empresario berciano se atrevió a mirar al mundo desde Cacabelos y a desafiar a los gigantes.