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Los Cadillac conquistan León: historia, elegancia y motor en una caravana única

Más de 15 vehículos clásicos desfilan por la ciudad en una concentración nacional del Club Cadillac España que fusiona pasión automovilística, turismo y cultura

León ha sido este fin de semana el escenario de una singular cita con la historia del automovilismo. Una caravana compuesta por más de 15 vehículos Cadillac clásicos, fabricados entre los años 1950 y 1980, ha recorrido las calles de la ciudad y sus alrededores en una concentración organizada por el Club Cadillac España.

El desfile, que atrajo la mirada de numerosos curiosos y amantes del motor, se detuvo en lugares emblemáticos como el Hostal de San Marcos, donde los vehículos se exhibieron durante unos minutos como si de un museo rodante se tratase.

Una ruta entre cultura, patrimonio y carretera

Antes de llegar a la capital leonesa, los participantes realizaron una parada en Astorga, donde vivieron una jornada completa de turismo cultural y gastronómico. Visitaron el Palacio Episcopal de Gaudí, el Ayuntamiento y el Museo del Chocolate, tres símbolos del patrimonio maragato, y terminaron degustando el tradicional cocido maragato, una experiencia que mezcla historia y sabor en cada plato.

Iconos sobre ruedas

Entre los vehículos presentes destacaron modelos tan representativos como el Cadillac Calais descapotable y el imponente Cadillac Eldorado, auténticas joyas del diseño americano del siglo XX. Estas máquinas, cuidadosamente restauradas por sus propietarios, no solo muestran el lujo y la innovación de su época, sino que también reflejan una forma de entender la carretera como un símbolo de libertad y estilo.

Un club que une pasiones a lo largo del país

El Club Cadillac España, organizador de esta cita, reúne a aficionados y coleccionistas de todo el país. Más allá de los motores, sus encuentros buscan también poner en valor el patrimonio y la gastronomía de los territorios que visitan, como ha sido el caso de León y Astorga.

Una jornada que dejó en la retina de muchos una estampa poco común: la de un convoy de leyendas automovilísticas rodando por el corazón de Castilla.