El tiempo

Culpable por mayoría: el jurado condena a la auxiliar de León por el asesinato de una anciana de 98 años

La Fiscalía pedía prisión permanente revisable para la acusada, hallada culpable de asesinato con alevosía por inyectar insulina de forma deliberada a la víctima en una residencia
 

El jurado popular dictó este martes su veredicto en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de León contra Silvia V. R., una auxiliar de Enfermería acusada de causar la muerte de Jesusa, una anciana de 98 años, en la residencia municipal Virgen del Camino el 17 de agosto de 2022. Por mayoría de ocho votos a uno, el jurado la declaró culpable de asesinato con alevosía, y por unanimidad, de delito de lesiones.

La víctima murió tras una intoxicación por insulina

Los hechos juzgados se remontan al verano de 2022, cuando la víctima ingresó en el Hospital de León en estado de coma tras una intoxicación por insulina, falleciendo el 4 de septiembre. La Fiscalía mantuvo durante todo el juicio que la auxiliar actuó con premeditación, aprovechando su conocimiento del entorno y de los protocolos médicos para inyectar una dosis letal de insulina en represalia por un conflicto previo con la dirección del centro, que había decidido apartarla temporalmente del servicio.

Una defensa enérgica y llena de contradicciones

Durante su declaración, Silvia V. R. negó rotundamente haber maltratado o inyectado insulina a la víctima. “Nunca maltraté a Jesusa. Nunca tuve en mi poder la insulina ni se la inyecté”, aseguró con tono desafiante. También rechazó la acusación de robo, al ser hallado en su domicilio un anillo que, según el fiscal, pertenecía a la anciana: “Me lo encontré en el suelo. No era de ella”.


Las claves del caso

➡️El jurado popular declaró culpable de asesinato a la auxiliar de Enfermería acusada de administrar varias dosis de insulina a una anciana de 98 años, con intención de causarle la muerte, cosa que ocurrió días después, en la residencia de León donde trabajaba. Además, la ven culpable de un delito de lesiones que habría tenido lugar poco antes de inyectarle a la mujer -que padecía demencia avanzada- la sustancia que acabaría con su vida pocos días después.
➡️Con una mayoría de ocho votos frente a uno, el veredicto considera probado que la mujer, antes de terminar su turno y después propinar varios golpes en la cabeza y zarandear a la víctima cuando tenía que acostarla tras la cena -cosa que ven demostrada por unanimidad-, accedió al cuarto de Enfermería y cogió el bolígrafo de insulina para posteriormente administrarle las dosis que acabaron provocándole la muerte.
➡️Dado que la víctima padecía demencia y necesitaba ser asistida, por lo que su estado de vulnerabilidad le impedía defenderse, el jurado determina que la acusada procedió con alevosía. Sobre una posible suspensión de la pena, el tribunal popular manifestó su oposición unánime y respecto a un eventual indulto el pronunciamiento fue de siete votos en contra y dos a favor.
➡️El fiscal anunció que, a la vista del dictamen, solicita que se le aplique la pena de prisión permanente revisable a Silvia V.R. y reclama una indemnización de 5.000 euros para cada uno de los los diez sobrinos de la fallecida además del pago de una multa diaria de diez euros durante tres meses por el delito de lesiones.
➡️La defensa anunció que presentará el correspondiente recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, reclamó que la posible pena de multa se reduzca un mes y que, en caso de ser condenada por asesinato, la pena máxima impuesta sea de 20 años de privación de libertad.

En sus intervenciones, llegó incluso a desacreditar el testimonio de sus compañeras y cuestionó que se pudiera entrar o salir de la habitación sin ser visto: “Es imposible volver sin que me vieran todos los que estaban allí”.

Las claves del juicio: testimonios y contradicciones

Uno de los testimonios más relevantes fue el de una doctora que confirmó que faltaba una jeringuilla de insulina en la residencia justo tras el incidente. Aunque algunos compañeros de la acusada afirmaron que la actitud hacia los internos era inapropiada, ningún profesional ni médico respaldó de forma categórica la tesis de que la auxiliar hubiera causado la muerte.

A pesar de su alegato final —"Yo no tenía que haber pasado por esto", dijo entre lágrimas—, la acusación pública defendió que los indicios reunidos, sumados al conflicto laboral y la situación de vulnerabilidad de la víctima, eran suficientes para sostener la petición de prisión permanente revisable.

Próximo paso: la sentencia

El veredicto de culpabilidad ya está emitido. Ahora queda en manos de la Audiencia Provincial de León dictar la sentencia definitiva que fijará la pena que deberá cumplir Silvia V. R., cuyo futuro se decidirá en los próximos días.