El día que 'Chufi' colgó las botas
El salón de actos del edificio municipal de Alfonso V volvió a llenarse el pasado miércoles de aplausos, sonrisas y alguna emoción contenida. El Ayuntamiento de León celebró su tradicional homenaje anual a los trabajadores que alcanzan la jubilación.
En esta edición fueron 64 empleados municipales los que cerraron etapa, aunque 44 acudieron personalmente a recoger la insignia que simboliza décadas de servicio público.
Entre todas las historias compartidas aquella mañana hubo una que sobresalió por trayectoria, carácter y memoria colectiva: la de Mariano Fernández, conocido por todos como ‘Chufi’.
Una vida laboral que empezó a los 14 años
Hablar de ‘Chufi’ es hablar de 52 años cotizados a la Seguridad Social, una cifra que resume una biografía marcada por el trabajo temprano y constante. Comenzó con apenas 14 años y desarrolló buena parte de su vida profesional en el Ayuntamiento, donde pasó en tres décadas por los servicios de basuras ("estuve una temporada en el incinerador"), alumbrado y señalización, siempre en tareas discretas pero imprescindibles para el día a día de la ciudad.
“Es una gran casa, con cosas buenas y malas como todas, pero te da una seguridad laboral que no es fácil de encontrar”, reconocía durante el acto, ya con la insignia en la mano y la voz serena del que se va en paz.
Fútbol, señales y memoria colectiva
Para los aficionados al fútbol leonés, ‘Chufi’ no es un desconocido. Fue corresponsal de la agencia Mencheta, habitual en los campos de la provincia, y durante años formó parte de un singular equipo de trabajo municipal junto a José, el histórico lateral de la Cultural y Deportiva Leonesa, y ‘Pichi’, juez de línea muy popular entre jugadores y aficionados.
Muchos le recuerdan, además, “levantando las señales que otros tiran”, una imagen casi simbólica de su labor silenciosa y constante, tanto en el deporte como en la ciudad.
El valor de la honradez
El momento de la despedida no estuvo marcado por la nostalgia, sino por el orgullo. ‘Chufi’ se va con la certeza de haber cumplido. “Lo importante en la vida es trabajar con honradez y tener la conciencia tranquila”, resumió, dejando una frase que resonó entre compañeros y familiares.
Ahora comienza una nueva etapa, que afronta con naturalidad: seguirá trabajando, pero “en lo mío, en lo que yo quiera, en vivir y descansar”, dice, sin prisa y con la experiencia de quien ya ha cumplido.
Un homenaje que es memoria
El acto de jubilación -que tuvo otras caras bien reconocidas, como la de Tere Santa Marta, directora durante décadas del Coto Escolar- no solo cerró una etapa laboral para decenas de empleados municipales; también sirvió para poner rostro a la historia cotidiana del Ayuntamiento de León, esa que se construye lejos de los focos.
El día que ‘Chufi’ colgó las botas, León despidió algo más que a un trabajador: dijo adiós a una forma de entender el servicio público, hecha de esfuerzo, discreción y orgullo por el trabajo bien hecho.