Diéguez cierra su histórico local del centro de León tras más de medio siglo
Después de más de 50 años de historia, la tienda Diéguez cerrará sus puertas en la céntrica Gran Vía de San Marcos, 13. El establecimiento, uno de los más veteranos del comercio leonés, pone fin a una etapa marcada por la cercanía con sus clientes y la fidelidad de varias generaciones. "Es una pena porque aquí nos hemos pasado media vida", ha recordado uno de los dependientes.
La decisión forma parte de una nueva estrategia del grupo Unileo, propietario de la marca, que busca adaptarse al cambio en los hábitos de consumo y en el mapa comercial de la ciudad.
La empresa ha confirmado que este cierre no implicará pérdida de empleos: toda la plantilla será mantenida y reubicada. Está previsto que para otoño se concrete la ubicación de un nuevo punto de venta, en una zona más dinámica y con mayor afluencia de público.
Un cambio impulsado por la transformación urbana
Desde la dirección del grupo se señala que la transformación del entorno ha sido clave para tomar esta decisión. Gran Vía de San Marcos ha perdido fuerza como eje comercial en los últimos años, desplazada por otras zonas como Ordoño II o Alcázar de Toledo, ambas peatonalizadas y con mayor movimiento de viandantes y compradores.
Paralelamente, la calle ha ido cambiando su perfil comercial por uno más centrado en servicios, como oficinas, clínicas o asesorías, lo que ha reducido su atractivo para el comercio tradicional.
La nueva estrategia empresarial contempla una combinación entre presencia física en puntos estratégicos de la ciudad y un refuerzo del canal online, que ha experimentado un notable crecimiento.
Continuidad en una nueva etapa
El cierre de Diéguez no supone la desaparición de la marca ni del proyecto comercial que representa. El grupo Unileo, que integra otras firmas locales muy reconocidas como Fruela y Leyko, afronta esta nueva etapa como una oportunidad para reorganizar su oferta sin perder la conexión con su clientela ni con su equipo humano.
Durante los últimos años, el grupo ya ha llevado a cabo procesos similares de integración y traslado de tiendas, buscando mejorar la eficiencia de sus espacios sin renunciar a la atención personalizada y a la identidad de sus marcas.
Aunque León pierde uno de sus comercios más representativos en su ubicación original, la intención es clara: preservar el legado de Diéguez adaptándolo a un nuevo entorno urbano y comercial. El cierre, así, se entiende más como un punto de inflexión que como un adiós definitivo.
