Dos diputadas del PSOE ceden su escaño en la Diputación de León por pactos políticos previos

La Diputación de León ha formalizado este viernes, durante la celebración de un pleno extraordinario, la renuncia voluntaria de dos diputadas socialistas: Carolina López Arias y Lucía Osorio, lo que marca un relevo pactado en el ecuador del mandato provincial.
Ambas dimisiones se producen como consecuencia de acuerdos internos alcanzados en sus respectivos partidos judiciales al inicio de la legislatura, en 2023. Estos pactos establecían un reparto rotatorio de los escaños entre diferentes dirigentes locales del PSOE para repartirse el mandato provincial, a razón de dos años por cada uno.
En sustitución de López y Osorio, tomarán posesión próximamente los alcaldes socialistas Francisco Álvarez, regidor de Santa Marina del Rey, y Javier Salgado, alcalde de Vega de Espinareda, que ya han iniciado los trámites con la Junta Electoral para recibir sus credenciales como nuevos diputados provinciales.
Cambio sin ruptura política, pero con impacto en igualdad
Aunque se trata de un relevo pactado y sin fisuras públicas dentro del grupo socialista, el movimiento tiene un claro impacto en la composición de género de la Diputación de León. La salida de dos mujeres del equipo de Gobierno deja la representación femenina en su mínimo histórico más reciente: solo cinco de los 25 escaños están ocupados ahora por mujeres.
Esto supone que solo un 20% del plenario del Palacio de los Guzmanes está en manos de diputadas, en una provincia donde la mayoría de la población es femenina. La merma se produce en un contexto político en el que apenas una quinta parte de las alcaldías están encabezadas por mujeres y donde el techo de cristal sigue muy presente en las instituciones locales.
Quiénes se van y quiénes llegan
Carolina López Arias, alcaldesa de Villagatón-Brañuelas y diputada desde 2019, ocupaba el área de Derechos Sociales y Territorio Sostenible, donde impulsó programas como ‘Empodérate’, dirigido a fomentar la participación femenina en el mundo rural, y ‘Repuebla’, enfocado en atraer familias a zonas despobladas.
Su relevo será Francisco Álvarez, histórico regidor de Santa Marina del Rey, que accede por el partido judicial de Astorga tras una alianza con la propia López que excluyó de la rotación a otros aspirantes, como Enrique Busto, alcalde de Hospital de Órbigo.
Por su parte, Lucía Osorio, concejala de Bienestar Social en Vega de Espinareda y hasta ahora diputada responsable del área de Transición Ecológica, deja su escaño en favor del también edil de su municipio y alcalde, Javier Salgado, quien asumirá el puesto a lo largo de este verano.
Repercusiones salariales y organizativas
El proceso de relevo conlleva también consecuencias administrativas. El presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel, firmó el pasado 26 de junio el decreto por el que se retiraba la dedicación exclusiva a Carolina López, lo que fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia esta misma semana. Sin embargo, Lucía Osorio todavía figuraba hasta este viernes como diputada con sueldo completo, por lo que está por ver si se aplicará una decisión similar o si su sustituto mantendrá esa remuneración.
Actualmente, la Diputación mantiene doce dedicaciones exclusivas entre los diputados y una parcial (al 75%) para el portavoz de Unión del Pueblo Leonés, Valentín Redondo. Queda pendiente saber si el equipo de Gobierno, integrado por PSOE y UPL, redistribuirá esos sueldos tras los cambios.
También está por determinar si los nuevos diputados asumirán las mismas áreas que gestionaban López y Osorio o si el reparto de responsabilidades se reorganizará.
Menos mujeres
Con estas dos salidas, el número de diputadas queda limitado a cinco: Ana Arias, Patricia Martínez e Irene González, por parte del PSOE, y Noelia Pombo Pérez y Sara Fernández Fernández, del PP. Ni UPL ni Vox, que también cuentan con representación en la Corporación, han incorporado nunca mujeres en sus filas provinciales.
El resultado es una de las corporaciones provinciales menos paritarias de las últimas legislaturas, con una representación femenina aún más residual de la que ya arrancó el mandato, cuando solo el 28% de las actas eran para mujeres. León vuelve así a ser un ejemplo de desequilibrio de género en la administración local.
Mientras tanto, la vida política provincial continúa con normalidad, pero bajo una composición que vuelve a reflejar que, en León, las mujeres siguen sin romper el techo de cristal del poder institucional.