Escrivá de Balaguer y León: medio siglo de un legado espiritual
Este jueves, 26 de junio, a las ocho de la tarde, la Catedral de León acogerá una misa conmemorativa por el 50 aniversario del fallecimiento de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y canonizado en 2002.
La ceremonia, según ha señalado en un comunicado la Asociación Anciles de León, busca “recordar la huella espiritual que san Josemaría dejó en nuestra ciudad, donde vivió una intensa actividad pastoral entre 1934 y 1942”.
León en la vida del fundador del Opus Dei
Según la asociación organizadora, “León no fue una ciudad de paso en la vida del fundador del Opus Dei, sino un lugar de siembra vocacional y humana”. De hecho, san Josemaría visitó la capital leonesa en varias ocasiones entre 1934 y 1942. De una de esas estancias queda constancia en el libro de visitas de la Catedral, donde firmó el 7 de julio de 1934.
“Acudía con frecuencia al templo a rezar y llegó a celebrar los oficios del Jueves Santo”, rememora la asociación, que subraya que “estas visitas fueron momentos clave en su labor de dirección espiritual”.
Retiros, misas y dirección espiritual
El vínculo de san Josemaría con León comenzó gracias a su amistad con el sacerdote Eliodoro Gil, párroco de San Juan y San Pedro de Renueva, quien le facilitó el contacto con personas y comunidades locales. “Gracias a esta relación, pudo guiar espiritualmente a seglares de todo tipo y colaborar con el clero diocesano”, explica Anciles.
Durante aquellos años, el fundador del Opus Dei “celebró retiros, meditaciones y misas en la capilla del Hotel Oliden —hoy Alfonso V—”, y dirigió, a petición del obispo Carmelo Ballester, un curso de retiro para 110 sacerdotes de la diócesis. “Ese encuentro marcó profundamente la vida sacerdotal de León”, señala la Asociación Anciles.
De León al mundo: Nisa y Dora
Uno de los frutos más relevantes de aquella etapa fueron dos mujeres leonesas que desempeñaron un papel clave en la historia del Opus Dei: Nisa González Guzmán y Dora del Hoyo Alonso.
“La primera llevó el mensaje de san Josemaría a Norteamérica desde una posición de liderazgo y entrega generosa”, indican desde Anciles. La segunda, Dora, “hija de una familia humilde de Boca de Huérgano, se trasladó a Roma en 1946, donde se convirtió en un referente de vida cristiana a través del trabajo bien hecho y el servicio discreto”. Su proceso de beatificación está actualmente en curso.
“San Josemaría sigue hablando a León”
Desde Anciles destacan que “recordar su paso por León es reconocer que su espiritualidad no fue solo teórica, sino encarnada en personas y situaciones concretas que siguen dando fruto hoy”.
“A medio siglo de su muerte, san Josemaría sigue hablando a través de quienes encontraron en él una luz para su camino”, afirma el comunicado. Y concluye con una de sus máximas, que sigue siendo guía para muchos: “La santidad está hecha de heroísmo. El heroísmo es perseverancia”.