León apenas crece en 2024: solo suma 326 vecinos, una décima parte que Valladolid
La provincia de León cerró 2024 con 446.771 habitantes, apenas 326 más que el año anterior, lo que supone un crecimiento del 0,07%, el más bajo entre las ocho provincias que aumentaron población. Solo Zamora, con un retroceso del 0,34% (–557 vecinos), quedó por debajo en la evolución demográfica del último año, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y difundidos por Ical.
Mientras otros territorios registraron avances más sólidos —como Segovia, que lideró la subida con un 1,07% y 1.682 nuevos residentes, o Burgos, que sumó 2.608 habitantes (0,73%)—, León volvió a mostrar una dinámica contenida y muy alejada de los incrementos de Valladolid (+3.443, 0,66%) o Salamanca (+1.094, 0,33%).
La capital leonesa empuja al alza: 1.203 nuevos vecinos
En contraste con la tibia evolución provincial, la ciudad de León protagonizó uno de los crecimientos urbanos más destacados de la Comunidad. Con un 0,98% más de población, la capital ganó 1.203 habitantes, alcanzando los 123.446 residentes.
Este aumento sitúa a León entre las ciudades que más crecen en términos relativos, solo por detrás de Ávila (+1,71%, +996) y Segovia (+1,65%, +850).
Castilla y León suma 10.150 habitantes en 2024
El conjunto de la Comunidad experimentó un crecimiento del 0,42%, con 10.150 nuevos habitantes, hasta situarse en 2.398.500 personas. Las capitales de provincia concentraron la mayor parte del impulso, al atraer 9.108 nuevos vecinos y alcanzar 1.039.360 habitantes, un 0,88% más.
Destacan también los incrementos en otras ciudades como Valladolid (+1.996, 0,66%), Burgos (+1.507, 0,86%), Salamanca (+1.244, 0,86%) o Palencia (+728, 0,95%). Incluso Zamora capital creció un 0,52% (+309), pese al retroceso global de su provincia.
Un mapa demográfico de contrastes
El balance de 2024 vuelve a mostrar una dualidad demográfica: mientras las capitales continúan atrayendo población, las provincias mantienen ritmos muy diferentes y, en el caso de León, revelan un crecimiento escaso que contrasta con el dinamismo de su propia capital.
Los expertos apuntan a que estos contrastes seguirán marcando la evolución regional si no se corrigen desigualdades internas en empleo, servicios y envejecimiento, factores especialmente sensibles en provincias como León o Zamora.